Sinde en la calle

Perla # 27

Sentado en un rincón del mundo. Pensado que tengo la caña, la pequeña barca y muchas ganas de aprender a pescar. Pero siento que estoy en medio de un océano, solo, sin faros que me indiquen el rumbo a seguir, sin puertos alrededor, sin saber sin el mar seguirá tranquilo o vendrán gigantes olas que tumbaran mi pequeña embarcación.

Quizá no tenga que pensar en todo ello. Quizá sólo tenga que ponerme a pescar y así aprenderé al fin...

Manuel de Falla - Amor Brujo

Mi pequeño homenaje en el 134º aniversario de Manuel de Falla.


¿Por qué nos suenan las tripas con el hambre?


Cuando nuestro estómago comienza una serenata de sonidos burbujeantes y flautines no hay quien lo pare. En más de una ocasión nos hemos visto en un aprieto cuando comienza el recital en una silenciosa biblioteca o en una grave reunión de trabajo.
Suenan como burbujas en un cazo con agua o como tuberías de agua con aire. Se llaman borborigmos, una palabra que al pronunciarla describe a la perfección el sonido al que representa. Los produce el movimiento de los intestinos cuando impulsan la comida a través de ellos.
Se producen cuando estamos haciendo la digestión y cuando tenemos hambre. En este último caso el volumen del sonido suele ser más alto. La comida discurre a lo largo de los intestinos con contracciones musculares que la empujan desde la parte alta del intestino delgado hasta el ano. Se llaman movimientos peristálticos.
Estos movimientos baten, amasan y mezclan la comida con diferentes compuestos químicos que segrega nuestro organismo. Durante este proceso se liberan gases, producto de las reacciones químicas. Por eso, los sonidos nos traen a la cabeza la imagen de un líquido burbujeante.

Hormonas que despiertan la sensación de hambre

Tras dos horas con el estómago vacío, nuestro cuerpo reclama más comida. Produce hormonas que nos despiertan la sensación de hambre y estimulan los nervios del estómago que envían una señala al cerebro que comienza de nuevo la contracción de los músculos, que recogen los pocos restos de comida que se han quedado en el estómago y el intestino.
Los sonidos que acompañan a los movimientos intestinales se producen durante 10 ó 20 minutos cada hora hasta que volvemos a comer. Y suenan especialmente alto porque el intestino y el estómago están huecos y el sonido se propaga mejor. Pensar, oler o ver comida también puede desencadenar este fenómeno.
Cuando los ruidos son más fuertes y frecuentes de lo normal pueden ser signo de alguna patología, como por ejemplo síndrome de intestino irritable. En estos casos suele ir acompañado de otros síntomas como diarrea, gases, hinchazón y retortijones. Y por supuesto, hay que acudir al médico.
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Si os roban los instrumentos

Siempre se puede tirar de los teléfonos móviles. Lo de tocar en el metro ya es cosa de cada uno.

Palpatine visits Barcelona

Y más Rollins

"Lo más importante que he hecho en mi vida ha sido escuchar mi voz interior. Esa voz me ha empujado a retirarme y tomarme un año sabático, cosa que he hecho varias veces. Todo el mundo me decía que no lo hiciese, que perdería a mi público. Les dije que no y me alejé de los escenarios. Me escuché a mí mismo, no al mundo. Si alguien quiere aprender algo de mí, esa es mi lección."

"Hay quien ve mi arte como algo complicado, a mí me resulta sencillo. Es difícil poner la música en palabras, pero yo la describiría con una escena. Tengo 10 años, estoy practicando en casa, es domingo, el resto de los chicos juegan en la calle, roban en las tiendas... Llevo 10 horas en un rapto de conciencia. Toco y toco. Llega mi madre y dice: 'Sonny, cariño, es la hora de cenar, así que haz el favor'. Eso es la música para mí, algo que me hace olvidar que tengo que alimentarme para sobrevivir."

Sonny Rollins, leyenda del Jazz.

Marcus y Sonny

Hablando de estas dos grandes estrellas del Jazz, no me he podido resistir poner un par de videos para deleitarse con ellos:



Pasado, presente y futuro de Jazz

Habría que especificar algo más y decir que se trata del pasado, el presente y el futuro de los últimos meses y las próximas semanas dentro de mi agenda musical. Porque si suelto de buenas a primeras que Marcus Miller es el pasado y Sonny Rollins el futuro igual sonaría muy raro.

Ésas son las dos grandes estrellas del año jazzístico personal. La primera, Marcus Miller, tuvimos la oportunidad de verle en la cuarta edición del Vijazz; un festival que ya se está consolidando en el panorama catalán como cita inaludible. Año tras año se cumplen las grandes espectativas pudiendo ofrecer al público grandes nombres del Jazz.

Es el caso de Marcus Miller. El extraordinario bajista es uno de mis favoritos y me encantó poderlo ver en vivo el pasado verano, a escasos metros de mi haciendo revisión del álbum Tutu que publicó con Miles Davis. Una noche muy especial en la Plaza de Santa Maria.

La otra cita es de aquí tan solo un par de días con todo un veterano del Jazz como es Sonny Rollins. El magistral saxofonista también es de mis favoritos en su instrumento, por lo que también veré saciada la ilusión de vivir un extraordinario concierto de un legendario músico.

Entre cita y cita: más Jazz. Porque entre medio se han colado también un par de interesantes conciertos de la mano del Jazz Club Vilafranca. Hace unas semanas pudimos asistir al directo de Land Space, enmarcado en el Festival L'Hora del Jazz, un homenaje a Tete Montoliu, que se celebra en Barcelona pero que nuevamente hace una pequeña incursión en Vilafranca. Concierto de Jazz Fusion que también daba comienzo a la minitemporada otoñal en el Jazz Club. Así, hace unos días se celebró un nuevo concierto; en esta ocasión de Duo Marmalade, dos clarinetistas al frente que nos rememoraban los años veinte y treinta a ritmo de Swing tocando clásicos estándares de la época. La temporada se cerrará en las próximas semanas con dos nuevos conciertos.

Así pues, la agenda está bastante completa. Grandes conciertos y nombres internacionales a la vez de otras propuestas más íntimas y cercanas.

Disfrutando del Jazz.

32, 450, 20.000

La cosa va de números. Hace casi dos años escribí una entrada en la que hacía referencia a tres cifras: 1, 30, 10.000. Hoy tocan tres más.

20.000. Este número es el que me hizo recordar aquella entrada. Ya que representa el doble de canciones que por aquellas fechas llevaba escuchadas y registradas en Last.fm. Significa esto que la música sigue siendo un bastión en mi vida, me sigue acompañando como mi banda sonora personal. Dos años más, un montón de artistas nuevos descubiertos, muchísimos discos disfrutados. Completando cada vez más un amplio abanico de géneros y estilos. Haciéndome más ecléctico si cabe y acercándome a la música en sí, a su esencia. Pudiéndola vivir y disfrutar independientemente de la etiqueta o del nombre, sino buscando su belleza externa o más íntima, palpando sus colores, sintiendo su magia ya sea en la sencillez como en el virtuosismo.

450. Estos son quilómetros. No la distancia que separan dos puntos, dos ciudades, dos personas. Es el terreno aproximado que he corrido desde mediados de Marzo de este año. Fue por aquel entonces que tuve un cambio brusco en mi mentalidad al respecto del running, como tomándomelo más en serio. Seriedad en disciplina, en la concienciación, en el rigor. Porque lo que he aprendido en este periodo, o he vuelto a recordar, es que se puede disfrutar haciendo deporte, en concreto saliendo a correr. Un esfuerzo físico que se puede ver abastamente compensando por lo bién que te lo puedes pasar. Sintiendo el entorno, la vida que te envuelve: las calles, los caminos, el cielo, el Sol. Y sintiéndose uno mismo: tu respiración, tu cuerpo, tu corazón. Te hace estar presente, te hace complice del mundo, te hace sentir vivo. Además, te reporta vitalidad, salud, energía, un estado de ánimo mejor, más positivo. Por lo que no sólo mejoras a nivel físico si no que también repercute en el resto de la vida. Al final, el running es como una metáfora de la vida: en la que puedes aprender día a día, puedes mejorar tus marcas o registros, buscar nuevas metas o rutas o sencillamente disfrutarlo porque sí. Tras estos 450 kms soy mejor. Y no sólo como corredor.

32. Bueno, ésta es la más fácil de explicar: es el treinta de aquel entonces más dos más.

Un poquito más de Punset


Aprovecho la anterior entrada para seguir hablando de Eduard Punset. Ya que uno es más de Eduard que no de Belén Esteban. Mejor dicho: soy de Eduard Punset, punto. En un país en el que hay figuras como la de este hombre, o como Andrés Iniesta, o el desaparecido hace unos días José Antonio Labordeta, o del que se celebran cien años de su nacimiento Miguel Hernández, por citar unos pocos, no se entiende como nos quieren imponer una nueva princesa del pueblo como la susodicha. ¡República ya!

Más que hablar de él para que él mismo lo pueda hacer, que lo hace mucho mejor que yo... Así que recomiendo encarecidamente su blog en el que comparte su sabiduría inagotable:


Este blog se completa con cuatro más afiliados al mismo: Redes para la Ciencia, Inteligencia Emocional, Science Networks y Somos Primates.

La idea de que Punset mola

Copio del blog Plug & Pray:

En España hay más gente que ve a Belén Esteban que a Eduardo Punset. Sin embargo casi nadie reconoce que ve a la Esteban y mucha gente miente cuando afirma que ve a Punset.

En España todo el mundo estaría de acuerdo en afirmar que Punset es más inteligente que la Esteban. Sin embargo, todo el mundo lo sabe casi todo de la Esteban y en cambio la gente casi no sabe nada de Punset, más allá del socorrido “un ciéntifico muy bueno” (sic)

De las dos afirmaciones anteriores se extraen dos datos:

-A la gente le interesa Belén Esteban.

-A la gente le interesa la idea de ellos mismos viendo a Eduardo Punset y molándoles /interesándoles/entendiendo algo de lo que dice.

Pero no él.  Su imagen. Interesa la imagen de alguien que no somos pero nos gustaría ser. Alguien que entienda un libro de física, alguien que se interese por la mecánica de flujos del cerebro, pero que en realidad no somos ni lo vamos a ser nunca. A mí, por ejemplo, me interesa mi imagen yendo al gimnasio: me encanta imaginarme motivado, en las máquinas, o en la piscina, desconectando de todo. Pero no soporto ir al gimnasio, porque odio la gente motivada, los culturistas, el olor a cloro, las taquillas y la luz de fluorescentes. Misma cosa con el fútbol: nada me gustaría tanto como que me gustara.

La imagen de Punset  es inapelable: nadie le critica. A la Esteban, todo el mundo la critica: hasta sus fans. Y eso tiene mucho que ver con que a la Esteban la entendemos cuando habla. La comprensión establece una barrera de respeto basada en la idea de que, si no entiendo nada, el tonto soy yo. Y que si lo entiendo todo, el listo soy yo. Y esa es la primera barrera: no nos puede gustar nada que no entendamos, como no podemos desear nada que no hayamos conocido. Sólo su idea.

Eso sí: si mezclas a Punset con otra cosa, igual entonces te empieza a gustar.

Él, y su idea.


Recuerdo de Andorra

Hay quien se trae tabaco. Otros, llaveros. O, incluso, las típicas postales.

Yo me decanté por un whisky escocés de malta de quince años.

Perla # 26

Qué envidia la sonrisa de un niño. Por la autenticidad, pureza e inocencia que hay detrás.

Y qué envidia, también, la sonrisa de dos abuelos que entre semana salen con la bicicleta, con sus mallots y cascos, que haciendo una subidita que les hace ralentizar extremadamente se cruzan con uno que está corriendo; justo en el momento crítico cuando le quedan pocos pulmones y corazón no llevando ni media hora de recorrido. Y no sólo te regalan una espectacular sonrisa sino que también te espetan un: Bon dia! Tan lleno de vitalidad y de energía que uno saca fuerzas de donde sea para corresponder a esa sonrisa y no desfallecer en el asfalto; porque también quieres llegar a lucirla algún día, porque quieres llegar a sentirte así: Feliz.

De nuevo Avishai

Hace ya un tiempo comenté la portada del disco Aurora de este artista, Avishai Cohen.

No suelo comentar imágenes y menos portadas de álbumes. En aquel momento lo hice porque aquella imagen me transmitía varias sensaciones. Era una portada elegante donde el músico, bien trajeado, tocaba un contrabajo especial.

Tan especial que no se veía con los ojos. Éso era lo que me transmitía: la magía que la música es capaz de transportar, de hacerte llegar. Una magia que hace que no haga falta ver un instrumento, si no que, cerrando los ojos, lo puedes ver, lo puedes sentir.

En realidad ésa es la mayor grandeza de la música. Hacerte vibrar, hacerte sentir. Por éso este arte es tan especial, tan mágico. Y Avishai Cohen lo había sabido trasladar perfectamente a la portada de su disco.

Nuevamente me vuelve a sorprender. Me gusta como contrabajista por lo que, buscando más discos de él, me topé con Colors. Y creo que en esta ocasión el título ya lo dice todo. Si en la anterior portada destacaba el contrabajo mágico en ésta Avishai, igual de elegante, hace gala de su contrabajo de colores. Esta vez hace destacar también el instrumento con el resto de imagen en blanco y negro.

Porque si hablamos de magia cuando hay música de por medio también podemos hacerlo de colores. En un mundo que es de oír y de sentir primordialmente, la música también puede ir más allá. Te puede hacer sentir y emocionarte. Y también te puede hacer imaginar. Cuando cerramos los ojos para sentirla nos dejamos llevar por sus palabras, sus historias, sus notas y melodías, sus ideas e intenciones. Podemos crear un mundo o un universo alrededor de la música que escuchamos. Con su paisaje, su cielo, sus gentes, su mar, su tierra, sus ciudades, sus caminos, sus árboles, su mar... Su vida. Sus colores.

En esta portada vuelve a captar una de las esencias de la música: el color. Y en un género marcado claramente por el negro, como es el Jazz y como representa el resto de la imagen, deja bién claro que la música tiene alma, tiente luz, tiene color.

Fantástica portada. Y gran disco, por cierto.

Ya lo puedo decir: comida japonesa

Sí, ladies and gentlemen: llegado a este día ya puedo decir que he probado la comida japonesa. He tardado un rato, pero como se suele decir "nunca es tarde si el Sushi es bueno".

Así que ya puedo hablar abiertamente que si Sushi pa'quí que si Sushi pa'llá como todo hijo de vecino. No es que haya ido precisamente al bar-restaurante más genuínamente japonés de la historia, pero para ser la primera vez no está mal para iniciarse.

Tampoco ha sido nada traumático; la verdad es que no sé porque no había probado antes, que es lo que me detenía a hacerlo. El caso es que al fin pude degustar algunos de los platos y alimentos típicos japoneses y estoy contento y satisfecho de ello. Porque no es sólo el hecho de probarlo, sino que me gustó.

Éso significa dos cosas: que añadimos nuevas maneras de entender la alimentación, que la mía es un desastre dicho sea de paso, tanto para el disfrute como por su aportación. Y, por otro lado y más importante si cabe, parecerá tonteria pero es una pequeña (o gran) demostración que no hay que tener miedo a probar cosas nuevas. Que hay caminos y puertas que explorar que te pueden conducir a distintos lugares, que pueden sumar algún tipo de mejoría en tu vida.

Tal vez me he puesto demasiado trascendental por tan solo unos cachos del Sushi ése... En definitiva: buena experiencia, la de comer japonés. Habrá que repetir.

¡Ah! Por cierto: en la misma tongada probé por primera el vino tinto y el té. ¡Toma ya! Sí, vale: que no es nada extraordinario a estas alturas de la película ni impresionaré a nadie con mi azaña; más bién que no lo hubiera hecho hasta ahora... Raro que es uno, ya lo sé. Pero, caray: ¡sushi, vino tinto y té por primera vez en la misma noche!

Búscate la vida hace veinte años

Hace un rato me he enterado de un aniversario. Se trata del estreno de Búscate la vida, serie mítica donde las haya, que hoy mismo cumple veinte años.

Y me ha hecho especial ilusión porque es de aquellas series que te marcan una época, en este caso cuando era tan solo un chavalín. 

Una serie que pasó totalmente desapercibida por el gran público, por su hilarante protagonista Chris Elliot, su psicodelia desmesurada... Vamos, me encantaba el humor y el surrealismo que radiaba.

Porque la historia tenía miga: un repartidor de periódicos por vocación que te volvía loco con su filosofía de vida tan disparatada como entrañable; todo un adulto de unos treinta años que vivía aún con sus padres tal niño pequeño.

(Ups! Esto último me suena. Me lo tendría que hacer mirar...)

Pues eso, que me ha hecho gracia encontrarme con este bonito recuerdo del pasado. Y, desde aquí, un pequeño homenaje a esta fantástica serie.


Más info de Búscate la vida en la Wikipedia. Y buenos vídeos en las tiendas habituales.

Un día de lluvia en una esquina de Oakland

Se acaba el día y yo ya estaba dispuesto a irme a la cama. Cuando de repente me he topado con este vídeo. Encontrándolo tras el título Un día de lluvia en una esquina de Oakland no me esperaba nada parecido. Me ha dejado impresionado y me he visto obligado a compartirlo por estos lares:

Objetivo: comer sano

Doce de Septiembre. No es un próposito de nuevo año o de nuevo curso. Tampoco ha ocurrido nada trascendental en mi vida que me llevara a tomar una determinación radical. Es un Domingo cualquiera.

Es algo que hace muchísimo venía pensando: mejorar la dieta para estar saludablemente mejor y, como consecuencia, estar física y mentalmente también mejor. En algún u otro momento me lo tenía que plantear. Así que: ¿por qué no ahora?

Hay que comentar, para empezar y dejar las cosas claras, es que algo así tan fácil para algunos es para mi un auténtica utopía. Digamos que como mal tirando a fatal y que nunca he hecho ningún esfuerzo para redireccionar la tendencia.

Así que el tema está realmente complicado. No es cuestión de días, semanas o meses. Esto va para largo. De hecho, todavía no sé cuándo empezar ni cómo. No tengo ni idea qué hacer o qué pasos seguir. Esta andadura puede ser igual de innovadora, como divertida, como desconcertante y dura.

Tal vez anoche hubo un pequeño atisbo de lo que puede ser comer algo diferente. Alguna persona humana agradable me comentó que se puede comer sano y guarro a la vez. Por ahí sí que veo camino fácil. Aunque todavía no estoy del todo convencido de la certeza de ello...

Un nuevo reto que me propongo y que no sé donde me llevará, si es que me lleva a algún sitio... Pero escribiéndolo aquí es como repetírmelo en voz alta: le da un toque de seriedad y convicción que hace creérmelo un poco más, además de adquirir un compromiso público más fuerte conmigo mismo.

Sun is shining for me

Después de haber compartido algunos buenos vídeos en el blog, hago un alto en el camino: es Domingo por la mañana, hace un Sol espectacular y saldré un momento a la terraza a disfrutarlo. Ya hace rato que me está llamando y me apetece un montón.

Cuchara contra cuchara

(NO VER SIN ANTES HABER VISIONADO EL ASESINO HORRIBLEMENTE LENTO).

Pues eso: de los creadores del El asesino horriblemente lento con un arma extremadamente ineficiente llega la esperada segunda parte:

El asesino horriblemente lento

Lo tenía que poner.

El asesino horriblemente lento con un arma extremadamente ineficiente. De lo mejor que he visto nunca. Sencillamente bestial:

Diez géneros del metal en tres minutos



Curioso vídeo donde el chico, protagonista junto a su guitarra, muestra en tan solo tres minutos como serían diez estilos diferentes dentro del Metal.

Cuando encontré el vídeo leí algunas críticas cuestionando lo representativo del mismo. Se criticaba que faltaban muchísimos más géneros, que las piezas que tocaba realmente no eran representativos o las mejores de los estilos en cuestión o incluso se le criticaba la calidad de lo que estaba tocando. Dando a entender que si se quiere hacer un resumen verídico del Metal tendría que haber incluído muchas más piezas y haber elegido las más características. Faltaban estilos, grupos y temas.

La verdad, particularmente, cuando yo vi el vídeo me gustó mucho. Porque es eso: tres minutos. No más. Un tipo que quiere demostrar algunas diferencias entre algunos de los géneros más populares dentro del Metal y lo hace lo mejor que le sale.

Porque es imposible resumir en tan solo tres minutos la historia de un estilo musical. Ni en tres minutos, ni en horas, ni en días. También es harto complicado en tan solo unos segundos por género demostrar todas las diferencias entre los mismos, sus características, sutilizas y detalles. E, igualmente, no se puede contentar a los millones de seguidores de un estilo musical tocando perfectamente sus temas preferidos o los que considerasen que son los más reprentativos de cada género; algo que siempre quedaría en la subjetividad de cada uno.

Así que, simplemente tiro hacía lo más fácil: disfrutar del vídeo, de como en tan sólo tres minutos te puede llegar a sorprender con una guitarra.

Piedra, papel, tijera, lagarto, spock

Es que el tradicional piedra, papel, tijera es demasiado simple...


Visto en Big Bang, una serie muy recomendable a seguir:


Music For A Found Harmonium

Extraordinaria pieza de la Penguin Cafe Orchestra:



Yo desconocía a la PCO. Pero, a veces, hay gente que, de vez en cuando, hace buenas recomendaciones.

Cómo hacer...

Este link me lo pasó un compañero informático y todavía alucino de la cantidad ingente de curiosidades que se hallan en ella.

Como hacer... ¿Inventamos juntos?

Y es que esta página aglutina los tradicionales "Como hacer..." o "How to..." en una sola. No quedándose ahí, sino que la temática es tan variada y extensa como la cantidad de sorprendentes curiosidades que puedes encontrar bién acompañadas de explicaciones y vídeos.

- Cómo hacer una ballesta de lápices
- Cómo hacer una cámara de fotos
- Cómo librarse de unas esposas
- Cómo hacer un detector de metales
- Cómo hacer tu propio panel solar
- Cómo sobrevivir a un holocausto zombie
- Cómo cazar una serpiente paso a paso
- Cómo hacer unas gafas 3D...

Ésta es sólo una muy pequeña muestra de todo lo que se encuentra en esta curiosa página.

Amazings

Amazings.es es el proyecto de tres amigos para dominar el mundo. Después de años en solitario, Miguel Artime (Maikelnai’s), Antonio Martínez (Fogonazos) y Javier Peláez (La Aldea Irreductible) han unido sus fuerzas para realizar una web que pretende aglutinar los mejores contenidos científicos y las perlas más selectas de la red.

A los mandos, contamos con el saber hacer de José Cuesta (Inercia Creativa), que se encarga de mantener a punto la parte técnica. También contamos con la ayuda de los señores de CDmon, que esponsorizan esta web a cambio de alojamiento, y un acuerdo de colaboración con la revista QUO, para quienes escribiremos un artículo cada mes.

Como las cosas siempre funcionan mejor con amigos, también hemos convencido a algunos de los mejores blogueros científicos de este país para que nos echen una mano. Más de 50 científicos y divulgadores de las más diversas áreas ayudarán a construir este sitio y pondrán su granito de arena para hablar de Ciencia.

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Ésta es la carta de presentación de Amazings: un nuevo e interesante blog que gira entorno a la temática científica, entre otras cosas. Sus tres principales actores son justamente los cabecillas de tres blogs muy populares que ya seguía. Así que también esta nueva aventura es digna de hacerle un buen seguimiento.

El ombligo del mundo

Hace unos días escuchando en la emisora de algún lugar canciones actuales una de ellas me recordó, por el ritmo que utilizaba, esta canción. Se trata de L'Ombelico del Mondo del italiano Jovanotti. La recuerdo de hace un montón de años y hoy la recupero para la causa sin más motivo que el buen rollo que puede generar la misma:


Era Don Juan DeMarco

Hablando unos días atrás de la película K-Pax, intrepretado por Kevin Spacey y la última que he visto, me acordé de esta otra protagonizada por Johnny Depp y bién secundada por el gran Marlon Brando que había visto en un par de ocasiones ya hace algún tiempo.

Ambas tenían algunas similitudes. Principalmente que el protagonista, supuestamente loco, estaba ingresado en un centro psiquiátrico y que lo atendía un doctor. Persona que por su profesión y su personalidad tiene bién estructurado todo su mundo, pero que ve tambalear su sistema de creencias a base de escuchar a su paciente y empezar a creer en su verosímil historia. Totalmente recomendables las dos.

El caso es que no me recordaba como se llamaba ésta. Así que, tirando del hilo he llegado a su título: Don Juan DeMarco. Por lo que dejo satisfecha la curiosidad que he tenido durante algunos días y así deja de corroerme por dentro. ¿Verdad que es una sensación rara cuando no te sale una palabra o no te acuerdas de algo que lo tienes en la punta de la lengua pero que no hay manera de hacerla salir? No es nada trascendental de vida o muerte, pero...

Tampoco me he quedado ahí, no sólo he tirado del hilo que me ha conducido al título. Sino que también he tirado de recuerdos. En este caso de su banda sonora y concretamente del tema interpretado por Bryan Adams: Have You Ever Really Love A Woman. Nunca ha sido un artista que me atrajera demasiado, más bién poco, pero para esta canción contaba con la inestimable colaboración de Paco de Lucía a la guitarra que le daba un toque, una magia y un encanto especial.

Éste es mi modesto aporte de hoy a este mundo que no para de girar. Pinchando en la imagen podrás disfrutar también de la preciosa canción.

¡Cuánto tiempo!

Ya hace un rato que no escribo por aquí; desde Junio que no lo hago. Es la primera vez que pasa un mes entero sin soltar ni una triste chorradita desde que creé el blog.

No es por falta de interés, ni de ganas. Ni siquiera descuido u olvido. Más bién es aquella sensación, ya recurrente, de no ser capaz de ponerse delante del teclado y contar algo decente. Como una vergüenza especial para contar cosas. Un tanto absurda, sí, pero està. Y el tiempo va pasando y el polvo lo va cubriendo hasta que medio te olvidas de esta sensación; pero también de las ganas de escribir...

Echo de menos escribir, echo de menos ese gusanillo. Esos momentos en los que abres una pequeña compuerta por la que expresarte. Te hace sentir vivo. Te pone en contacto de una forma diferente con el exterior, a lo que te rodea. Es como un grito al cielo. Tal vez nadie te oye, pero te quedas a gusto dándolo, sacando éso de dentro ti.

Habrá que ponerle remedio. Me apetece. Tengo ganas, muchas. Quiero volver a escribir, de contar un montón de cosas. De lo divino o de lo humano. Hablar al silencio o a cautelosos oyentes.

Vuelvo a estar entre el Cielo y el Infierno.

Carta de un preso iraní antes de subir a la horca

Yo seguiré siendo maestro y tú, un carcelero - Farzad Kamangar

“Zeus, el Dios de los Dioses, ordenó detener al desobediente Prometeo. Así empezó tu historia y también la mía. Tú representas la herencia de los carceleros de Zeus, y, por lo tanto, eres prisionero, día tras día, de los hijos del Sol y de la Luz. Para ti y para mí, la cárcel tiene un significado distinto: somos dos individuos; cada uno a un lado de la pared, con una puerta de hierro y un ventanuco en medio; tú fuera de la celda, yo dentro.

Ahora conozcámonos mejor. Yo soy maestro… No, no…; yo soy alumno de Samad Behrangui, aquel que escribió Olduz y los cuervos, y El Pececito Negro, para que todos aprendiéramos a caminar. ¿Le conoces? Ya sé que no le conoces. También soy alumno de Khanali, aquel que nos enseñó a dibujar un sol en la pizarra para que sus rayos espantaran a los murciélagos. ¿Sabes quién era? Y soy compañero de Bahman Azizi, aquel hombre que siempre olía a lluvia, aquel hombre que la gente de Kermanshah y sus alrededores sigue recordando cuando comienza a llover en otoño. ¿Tienes alguna idea de quién era? Ya me imagino que no lo sabes.

Sí, soy maestro y he heredado de mis alumnos la sonrisa y la curiosidad por preguntar.

Ahora que ya me has conocido, háblame de ti, de quiénes eran tus compañeros, de quién has heredado la ira y el odio que llevas dentro. ¿Quién te ha dado las esposas y las cadenas? ¿Son de los calabozos de Zohak? Háblame de ti. ¿Quién eres? No sólo no me asustas con tus esposas, cadenas y latigazos, sino que las gruesas paredes de la celda 209, los ojos electrónicos que me vigilan, las férreas puertas… ya no me dan miedo. No te enfades, no grites, no me golpees con el puño en el corazón, porque mantengo la cabeza alta.

No me pegues porque canto; soy kurdo y mis antepasados me han dejado en los cantos e himnos el recuerdo de su amor, su sufrimiento, su lucha, su existencia… Tengo que cantar y tú tienes que escuchar mi canto, aunque sé que te molesta. No me pegues porque al andar se escuchan mis pasos; mi madre me ha enseñado a que los pasos hablen con la tierra; entre la tierra y yo hay un trato, una conexión que lleno de belleza y sonrisas. Déjame, pues, que pasee, déjame que oiga mis pasos, déjame que la tierra sepa que todavía estoy vivo y tengo esperanza.

No me prives de papel y pluma; quiero escribir nanas a los niños de mi tierra, repleto de esperanza, de los cuentos de Samad y su vida, de Khanali y sus deseos, de Ezati y sus alumnos… Quiero escribir, quiero hablar con mi gente desde mi celda, desde aquí mismo. ¿Entiendes lo que digo? Sé que te han enseñado a odiar la luz, la belleza y el pensamiento. Pero no tengas miedo; entra en mi celda, estás invitado a mi gastado y pequeño mantel. Mira cómo yo invito a mis alumnos, todas las noches, cómo les cuento cuentos…, pero a ti no te permiten ver, no te permiten escuchar. Tienes que enamorarte, tienes que convertirte en un ser humano, tienes que estar a este lado de la pared para entender lo que yo digo.

Mírame y entenderás la diferencia que hay entre los dos. Yo todos los días dibujo las manos de mi amada sobre la pared de la celda. Cojo sus manos y siento el calor de la vida, y leo en sus ojos el entusiasmo, la espera; pero tú, todos los días, con tu porra, rompes esos dedos dibujados en la pared, sacas esos ojos que esperan y emborronas la pared de negro. Tu mundo y tu cárcel siempre estarán oscuros, siempre te molestará el don de la luz. Hace meses que espero ver un cielo estrellado, un jardín de estrellas que rompa la oscuridad con senderos que van de un lado al otro del cielo. Pero tú llevas años viviendo en la oscuridad, tu noche no tiene estrellas. ¿Sabes qué significa un cielo sin estrellas? ¿Qué significa un cielo siempre en la oscuridad?

Esta vez, cuando haya vuelto a la 209, entra en mi celda, tengo algunos deseos para ti, no del mismo color de tus oraciones que siempre están llenas de fuego y miedo al infierno. Mis deseos están repletos de esperanza, sonrisas y amor. Entra en mi celda para que te hable del orgullo de mi última sonrisa al pie de la horca. Sé que de nuevo seré el preso de la 209, mientras tú, con tu alma llena de odio, me seguirás gritando. Y yo volveré a sentir lástima por ti y por el pobre mundo que han creado a tu alrededor; seguiré siendo un maestro con la sonrisa de mis niños en los labios.

Farzad Kamangar, maestro condenado a pena de muerte. Sección de Presos Infecciosos de la cárcel de Rajaai Shahr de Karach”.

Artículo completo en Cuarto Poder

Jameando un poco

En pocas palabras y, siendo poco original, tomándolas de su propia página: "abre tus oídos. Los artistas de Jamendo te permiten escuchar, descargar y compartir su música. Es libre, legal e ilimitado"

Jamendo

No hay que decir mucho más sobre esta popular página de música libre. Una gran alternativa a otros medios comerciales de hacer llegar la música a la gente. Una opción adaptada a nuestros tiempos, a las nuevas tecnologías, una nueva visión o manera de entender como se puede compartir la música actualmente. Una vía directa de acceder a la música, de disfrutarla sin intermediarios y sin estar viciada.

Y no sólo es una alternativa o un nuevo camino, si no que, además, es excelente. Jameando encontrarás cualquier tipo de música, de género, de estilo o de artista. Puedes probar escuchar las canciones o discos en la misma página o descargarlos directamente de manera ilimitada. Hay miles de artistas y de discos puestos a tu disposición esperando compartir contigo su música. Incluso te puedes divertir probando y descubriendo nuevos talentos o artistas desconocidos para ti de la manera más sencilla posible.

Se esconden muchas perlas de gran belleza a tan solo un click de tus oídos.

Soporte técnico en la edad media

Un vídeo que ya vi hace un tiempo y hablando con los compañeros informáticos me lo he reencontrado. Muy bueno, merece la pena verlo. Así que, inevitablemente, aquí está:


Bladerunners toman el Circuit de Catalunya

16 de Mayo. Domingo. Mañana soleada. Montmeló-Circuit de Catalunya. 10:00 h. 10 Kms por delante...
... 11:00 h. 10 Kms en la piernas. Orgullo, satisfacción, plenitud. Nueva azaña. Nueva demostración de superación.

Los Bladerunners han atacado de nuevo.

Qui ho anava a dir? Del Molí d'en Rovira a Montmeló! (59:46!)

Hombres con talento

De nuevo los de piensa en verde nos sorprenden con su originalidad:

La paradoja de los monos y los plátanos

Vía JavierMalonda.com. Como historieta con moraleja lo meto en la etiqueta de Cuentos. Y como creencias o convenciones establecidas lo entro también en Filosofía. Aquí os la dejo:

En un experimento se metieron cinco monos en una habitación. En el centro de la misma ubicaron una escalera, y en lo alto, unos plátanos. Cuando uno de los monos ascendía por la escalera para acceder a los plátanos, los experimentadores rociaban al resto de monos con un chorro de agua fría. Al cabo de un tiempo, los monos asimilaron la conexión entre el uso de la escalera y el chorro de agua fría, de modo que cuando uno de ellos se aventuraba a ascender un busca de un plátano, el resto de monos se lo impedían con violencia. Al final, e incluso ante la tentación del alimento, ningún mono se atrevía a subir por la escalera.

En ese momento, los experimentadores extrajeron uno de los cinco monos iniciales e introdujeron uno nuevo en la habitación.

El mono nuevo, naturalmente, trepó por la escalera en busca de los plátanos. En cuanto los demás observaron sus intenciones, se abalanzaron sobre él y lo bajaron a golpes antes de que el chorro de agua fría hiciera su aparición. Después de repetirse la experiencia varias veces, al final el nuevo mono comprendió que era mejor para su integridad renunciar a ascender por la escalera.

Los experimentadores sustituyeron otra vez a uno de los monos del grupo inicial. El primer mono sustituido participó con especial interés en las palizas al nuevo mono trepador.

Posteriormente se repitió el proceso con el tercer, cuarto y quinto mono, hasta que llegó un momento en que todos los monos del experimento inicial habían sido sustituidos.

En ese momento, los experimentadores se encontraron con algo sorprendente. Ninguno de los monos que había en la habitación había recibido nunca el chorro de agua fría. Sin embargo, ninguno se atrevía a trepar para hacerse con los plátanos. Si hubieran podido preguntar a los primates por qué no subían para alcanzar el alimento, probablemente la respuesta hubiera sido esta “No lo sé. Esto siempre ha sido así”.

Cuando los derechos de autor van mal

Interesante vídeo sobre los derechos de autor en la actualidad. En inglés pero con subtítulos en español. Quince minutos que merecen la pena ver:


Hablando de terroristas

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Relámpago en el Eyjafjallajökull

Increíble imagen de un relámpago en el volcán islandés entrado en erupción hace unos días:


Zacarías, ese extraño elemento

Antes de que acabara la presente temporada regular de la NBA, de la que sólo quedan unos días, quería hacer una especial mención a un gran jugador. Podía haber obtado por lo fácil, por un LeBron James o un Kobe Bryant. Pero de ellos habla todo el mundo. Yo me quería referir y dedicar estas líneas, a modo de homenaje, a Zach Randoph, actual jugador de los Memphis Grizzlies.

Un jugador atípico. Por eso me gusta. Un ala-pívot con una clase indudable y unas condiciones y características para ser una gran estrella en la liga. Unos increíbles fundamentos, una muñequita envidiada por muchos y una gran inteligencia bajo los aros son las extraordinarias virtudes de este jugador. Por eso lo admiro.

Pero, por las razones que sea, se ha convertido con el paso de los años en uno de esos jugadores malditos de la liga. Algo de lo que esta temporada se ha desquitado y ha podido callar algunas bocas.

Empezó muy jovencito en la NBA, con a penas veinte años recaló en una gran franquicia como era Portland. Lo que le cerró muchas puertas, ya que siempre ha contado con grandes estrellas. Pocos minutos de juego en su primera temporada, más bién testimonial. En la segunda empezó a participar más en el juego, pero seguía siendo un actor totalmente secundario.

Antes de empezar una nueva temporada y con la salida de algunas de esas estrellas del equipo, Zach vió su oportunidad. Randolph dejó ir una perla que nadie se creyó: sería capaz de promediar veinte puntos y diez rebotes esa temporada. Son muchos los fanfarrones en la NBA, hay una gran cultura de la calle en los chicos que llegan a ella. Pero, él sí que creía en sí mismo y, a diferencia de otros de esos vendemotos, poseía una enorme calidad para hacerlo realidad.

Así que: dicho y hecho. Temporada de titular y temporada para promediar los números prometidos. Unos números que no están al alcance de cualquiera, son pocos los que cumplen con esos guarismos. De auténtica estrella. Y, números que más o menos ha mantenido desde entonces.

Pero, Randolph estaba en una franquicia maldita, histórica por sus problemas extradeportivos. Por lo que se acabó convirtiendo también en un jugador maldito. Poco se le ha respetado como jugador, incluso como estrella por sus diferentes problemas fuera de las canchas; sobre todo, por el consumo de sustancias prohíbidas. Y su imagen física, la de un tipo muy corpulento que aparentemente parece que le sobren muchos quilos y que no se cuide, le ha ayudado poco.

Aún así, firmó un gran contrato. Recaló en los Knicks de New York cuando su fama estaba por los suelos y, una vez más, demostró en la pista lo gran jugador que es. Una ciudad, una cancha y una afición muy difíciles, pero junto a Jamal Crawford se convirtió en la estrella del equipo.

Y cuando mejor parecía que le iban las cosas, a mediados de su segunda temporada, los Knicks decidieron traspasarlos a los dos. Una franquicia que no tiene muy claro su horizonte y que no ha dejado de dar vaivenes en los últimos años se deshacía de sus dos mejores jugadores. Crawford se iba a los Warriors mientras Randolph recalaba en unos flojos Clippers.

Sus números tampoco dejaban de ser buenos, pero el pasado verano la franquicia angelina lo dejaba marchar a Memphis, uno de los peores equipos de la liga. Con su fama de problemático parecía una pieza que no encajaría en un equipo plagado de jóvenes jugadores aún por formar y seguir creciendo. De nuevo, volvía a dar la impresión que nadie lo quería en sus filas.

Pero este año se ha descubierto. Con su trabajo y juego se ha ganado la admiración de todos. Memphis ha sido una de las revelaciones de la temporada y hasta hace pocas fechas podía haber optado a Playoffs. Y todo merced a un bastión en el juego interior como ha sido Randoph, alrededor del cual se ha formado un equipo de talentosos y correosos jóvenes. Y a pesar de la fama de individualista, ha formado una poderosa pareja interior junto a Marc Gasol, sin lugar a dudas, de las más sólidas de la liga. Numerosos han sido los partidos en los que ha acabado con unas estadísticas estratosféricas y el juego del equipo se ha visto beneficiado convirtiéndose en un equipo rápido y divertido de ver.

Tal ha sido su impacto esta temporada que ha nadie sorprendió que fuera elegido por primera vez en su carrera para participar en el All-Stars. Por números, se lo podía haber ganado mucho antes, pero ha tenido que esperar a esta temporada para recibir el respeto de entrenadores, jugadores, prensa y aficionados.

Un jugador diferente. Un talento natural para esto del basket. Atípico. Excelente. Un extraño elemento en la pista.

Estoy hecho un "reader"

Otra afición que recientemente he recuperado es la de la lectura. Hacía algunos meses que había desaparecido su continuidad, incluso durante bastantes semanas no leía. Me costaba horrores, me daba mucha pereza.

En el presente Enero la cosa cambió. Con el regalo de la Autobiografía de Miles Davis me reenganché a la lectura. Y fue la mejor manera. Porque era un libro ni muy complicado ni difícil de leer, sino que permitía la lectura cómoda y continuada. Que te enganchaba para seguir, querías continuar leyendo, saber más y más.

Y entrado en esta buena dinámica lectora, ya son cuatro libros los que he finalizado en las últimas semanas. No parecerán muchos, imagino; pero para el tiempo que dispongo sí que resultan una buena marca. De hecho, los ratos que le dedico cada día son cortitos, salvo alguno que me desmadro y no puedo parar. Pero lo mejor es que se puede decir que cada día estoy un rato leyendo, ya sea más o menos, casi no descuido ninguno. Y ahí es donde radica el buen hacer de un reader: leer cada día.

Así que me gustaría hacer un repaso de este periplo lector que me ha devuelto la ansias por leer.

Empezamos, como ya decía, por la autobiografía de Miles Davis. Un libro que me enganchó desde la primera página. Porque a diferencia de lo que podría ser una biografía, aunque fuera autorizada, estaba viviendo la historia de Miles Davis en primera persona. Hablando como el habla, con su lenguaje plagado de tacos e insultos, sin omitir nada. Más real no podía ser. Un tipo fascinante ya que vivió la época dorada del Jazz y se rodeó en todo momento de los mejores músicos de la época.

Igual que otros muchos músicos de entonces, era un hombre con dos o más vertientes. Por un lado estaba su vida privada, su manera de pensar, su comportamiento que, realmente, dejaba mucho que desear. Tal vez era fruto de la época que le tocó vivir y de sus circunstancias; pero como persona difícilmente podría ser considerado un buen referente.

Y, por el otro lado, estaba el genio. Un maestro de la trompeta. Un virtuoso y gran compositor. Y en este libro se respira muchísima música: los lugares, los músicos, los discos... Narrado en primera persona hace que te acabes empapando de un buenísimo Jazz. Te hace sentirlo muy a dentro. Tal es así que Miles Davis era uno de esos artistas que tenía medio en el olvido, la trompeta no ha sido nunca un instrumento muy atrayente para mi. Pero a medida que iba leyendo, que me iba adentrando en su mundo, en su percepciones, conociendo el significado de cada cosa y de los detalles que enriquecen cualquier motivo, iba apreciando mejor el sonido de su trompeta y de sus buenas composiciones; descubriendo así la grandeza de sus discos, de los cuales he escuchado la mayoría. Convertiéndose así en uno de los artistas que más he escuchado hasta la fecha.

Nada más finalizarlo me quedé con unas ganas muy grandes de seguir leyendo. Había surgido esa necesidad que te hace buscar un nuevo libro.

Hacía tiempo que no compraba ningún libro, por lo que no había ninguna novedad a la que echar mano. Así que recuperé uno de esos libros que están olvidados en la estantería. Diría que hacía como dos años que lo compré pero que no había leído. Tocaba hincarle el diente.

Se trataba de Shangri-La de Julio Murillo. Era también lo que necesitaba después de la autobiografía de Miles Davis. Un libro muy fácil de leer. Una novela que te engancha. Así que saciaba el hambre lector que tenía en esos momentos.

Una historia ficticia de como un reducto de nazis había subsistido hasta la actualidad. Más bién que un reducto, una especie de secta oculta o sociedad secreta, un poder en la sombra. Interesante novela de espías y persecuciones. Muy entretenida.

Acabado este libro si que me quedé sin nada que leer. Así que tomé un libro prestado. Uno que me atraía especialemente por el autor: Ken Follet. Los pocos libros que he leído de este afamado autor me han gustado mucho. Por su manera de narrar, por su capacidad de explicarte la misma historia desde muy distintas perspectivas. Te acerca a los hechos desde todos los puntos de vista. De este modo los conoces mejor y te implica aún más en la historia.

El libro en cuestión era Alto Riesgo. Y, casualidad, también iba de nazis. En esta ocasión nos remontaba a los últimos días de la segunda guerra mundial, cuando Francia estaba tomada por las fuerzas nazis y se esperaba una invasión de los aliados. Pero que saliera bién dependía de la buena finalización de una misión llevada a cabo por un grupo de mujeres infiltradas en pleno corazón enemigo.

Una novela que también me ha tenido muy enganchado. Por esa manera de narrar que tiene Follet, que te mantiene en tensión en todo momento. Una tensión que va creciendo, que la vas haciendo más tuya. Hay mucho en juego en cada paso que se da y eres bién consciente de ello. Así que no puede dejar de pasar páginas para saber si hay un siguiente paso y cual es...

Justamente antes de acabar este libro me dejaron otro: Paradero desconocido. Para seguir con la tónica, también ligado con el mundo nazi.

Y ésta ha sido una gran sorpresa. No es que desconociera el libro o de qué iba, que también como siempre, si no que me ha sorprendido el género, la historia y el final.

En este caso se trata de un intercambio de cartas entre dos amigos alemanes en los años treinta. Uno que vive en los Estados Unidos y otro que regresa a la madre patria tras un éxito profesional en América. Basado en hechos reales, a través de estas pequeñas narraciones epistolares vemos cual era el contexto sociopolítico de aquella época, en el que se estaba produciendo un auge del nazismo y se estaba cimentando lo que vendría a ser la segunda guerra mundial.

Un libro muy interesante, escrito sorprendentemente en 1938. También muy fácil de leer. Incluso lo he acabado antes que el otro que estaba leyendo; ya que lo había finiquitado en el trayecto que iba del lugar en el que me lo dejaron hasta mi casa. En unos tres cuartos de hora se puede leer. Y merece la pena. Buenísimo.

Tras este breve paseo por mis últimas lecturas, decir que estoy muy contento de haber recuperado esta afición. Me gusta muchísimo esa sensación de sed de lectura, de ganas de más. De acabar un libro y buscar con ilusión uno nuevo; esa especial emoción de no acabar algo sino de querer continuar por ese camino. De querer continuar sumergiéndote en un mundo de fantasía, que te hace imaginar o que te hace conocer cosas nuevas. Es algo que te reactiva, te enriquece, te llena.

"Seriándome"

Aprovechando las bondades de mi iPod, en las últimas semanas he recuperado una de esas aficiones que tenía abandonadas desde hace meses. Se trata del ver series.

Dada mi condición de trabajar lejos de casa, son muchas horas a lo largo la semana que le dedico con cariño al transporte público. Hay diferentes maneras de distraerse, incluso culturizarse, para aprovechar ese pseudo-tiempo libre: leer, escuchar música, jugar, ver vídeos... o dormir.

Actualmente la cosa está entre escuchar música y las series de TV. Y tras un buen parón, he recuperado un par para que me hagan compañía en los viajes. Una de ellas es House, la sexta temporada. Es de esas series que por horarios no enganchas en televisión, a penas la veo, y cuando te quedas un poco atrás decides ponerte al día en tus horas libres. Y la otra es A dos metros bajo tierra. También la tenía abandonada desde hace bastante tiempo y me he reenganchado para acabar de completar las dos temporadas que me quedan de la serie.

También aprovechando las posibilidades del iPod, a través de Podcasts, he podido ver algún programa de Crackóvia y Polonía que están disponibles para este medio. Programas también que normalmente no veo si no da la casualidad que los engancho en la tele. De este modo, puedo verlos en cualquier momento.

En la recámara tengo más series. No todas ellas para verlas en "movimiento", si no que también las iría viendo en casa. De hecho acabo de finalizar la segunda temporada de Californication. Y ahí están esperando la última temporada de Perdidos, la tercera de Heroes, la cuarta de Weeds, la tercera de Dexter....

Es una buena afición. Y a diferencia de las películas, llámalo ventaja o desventaja, si te gusta puedes seguir con más capítulos.

Mi iPod en Last.fm

Hará algo así como un año, tal vez más, que hacía una pequeña mención a Last.fm, la popular página para socializar la música, con motivo de la llegada a las 10.000 escuchas en mi ordenador.

Entonces me lamentaba que no toda la música que oigo se veía reflejada en estas estadísticas, ya que soy un gran consumidor de música fuera de casa.

Al fin, con un poco de curiosidad, he encontrado la manera de sincronizar lo que se reproduce en mi iPod en mi perfil de Last.fm. Y es que, en la misma página, la pequeña aplicación que ponen en disposición de los usuarios para sincronizar las canciones de algunos reproductores del ordenador, el Scrobbler, también sirve para sincronizar el iPod.

Es algo que me ha gustado porque ahora sí que siento que lo que escucho se queda bién reflejado en mi perfil. Puede parecer no tener ninguna importancia. Pero, creo que sí la tiene: no es lo mismo la música que escucho en casa con toda tranquilidad y que en buena medida pueda tener programada y preparada previamente en una lista que no lo que por la calle o transportes pueda escuchar. Es decir, de este modo se muestra más verazmente mi estado de ánimo para escuchar una u otra música. Se refleja mejor lo que es mi día a día a nivel musical, lo que me apetece, lo que quiero oir a cada momento; ya que así la elección es más fresca, al momento.

Se refleja lo que escucho cada día de manera más real. Y, teniendo en cuenta que suelo decir que la música es la banda sonora de mi vida, se puede intuir cual es mi estado de ánimo, mis inquietudes o el momento por el que paso. Aunque, lógicamente, a veces se elige un artista o grupo por el simple hecho que apetece escucharlo independientemente de todo lo que a ti te rodee. ¿O no es así?