Hay un dicho que hace referencia a las creencias que es algo así como: si de pequeño te enseñan que la causa de la lluvia son los duendes, al crecer siempre que veas llover tendrás la prueba que los duendes existen.
Empiezo a creer en ellos. Es la segunda vez este año que la lluvia evita que pueda disfrutar de la música. Los duendes deben estar detrás de ello, están buscando fastidiarme, por no utilizar la palabra con jota.
Y lo están consiguiendo. Hace unos meses tenía prevista una pequeña escapada a Benidorm para ver a los Scorpions y las lluvias lo impidieron. Ahora la escapada era a Zaragoza, para asistir al Metalway, especialmente para ver a los Iron Maiden y así completar el gran triplete del metal: Metallica, Judas Priest y Iron Maiden. Y de nuevo la cosa se ha torcido.
Incluso creo que los duendes han estado actuando fuera del ámbito de la lluvia. El año pasado suspendieron la gira de Queensrÿche, en la que yo tenía una enorme ilusión. Pensaba que no podría disfrutar de su gran espectáculo, pero me las tube que ingeniar para que este año poderlos ver unos meses después. Luego está el tema de Marlango, que tras perseguirles en varias ocasiones acabé viéndoles al fin; pero costó lo suyo. Y también está la gira conjunta de Gamma Ray y Helloween, que justo dio la gran casualidad de coincidir con unas semanas que yo estaba medio engripado y al concierto asistí muy tocado y tube que abandonar en medio del mismo en contra de mi voluntad ...
Pero, claro. Scorpions y Iron Maiden es cosa fina. Y yo no puedo luchar contra las fuerzas de la naturaleza, todavía ... A saber cuando se dejan caer por aquí de nuevo.
¡Malditos duendes!