Perla # 26

Qué envidia la sonrisa de un niño. Por la autenticidad, pureza e inocencia que hay detrás.

Y qué envidia, también, la sonrisa de dos abuelos que entre semana salen con la bicicleta, con sus mallots y cascos, que haciendo una subidita que les hace ralentizar extremadamente se cruzan con uno que está corriendo; justo en el momento crítico cuando le quedan pocos pulmones y corazón no llevando ni media hora de recorrido. Y no sólo te regalan una espectacular sonrisa sino que también te espetan un: Bon dia! Tan lleno de vitalidad y de energía que uno saca fuerzas de donde sea para corresponder a esa sonrisa y no desfallecer en el asfalto; porque también quieres llegar a lucirla algún día, porque quieres llegar a sentirte así: Feliz.

De nuevo Avishai

Hace ya un tiempo comenté la portada del disco Aurora de este artista, Avishai Cohen.

No suelo comentar imágenes y menos portadas de álbumes. En aquel momento lo hice porque aquella imagen me transmitía varias sensaciones. Era una portada elegante donde el músico, bien trajeado, tocaba un contrabajo especial.

Tan especial que no se veía con los ojos. Éso era lo que me transmitía: la magía que la música es capaz de transportar, de hacerte llegar. Una magia que hace que no haga falta ver un instrumento, si no que, cerrando los ojos, lo puedes ver, lo puedes sentir.

En realidad ésa es la mayor grandeza de la música. Hacerte vibrar, hacerte sentir. Por éso este arte es tan especial, tan mágico. Y Avishai Cohen lo había sabido trasladar perfectamente a la portada de su disco.

Nuevamente me vuelve a sorprender. Me gusta como contrabajista por lo que, buscando más discos de él, me topé con Colors. Y creo que en esta ocasión el título ya lo dice todo. Si en la anterior portada destacaba el contrabajo mágico en ésta Avishai, igual de elegante, hace gala de su contrabajo de colores. Esta vez hace destacar también el instrumento con el resto de imagen en blanco y negro.

Porque si hablamos de magia cuando hay música de por medio también podemos hacerlo de colores. En un mundo que es de oír y de sentir primordialmente, la música también puede ir más allá. Te puede hacer sentir y emocionarte. Y también te puede hacer imaginar. Cuando cerramos los ojos para sentirla nos dejamos llevar por sus palabras, sus historias, sus notas y melodías, sus ideas e intenciones. Podemos crear un mundo o un universo alrededor de la música que escuchamos. Con su paisaje, su cielo, sus gentes, su mar, su tierra, sus ciudades, sus caminos, sus árboles, su mar... Su vida. Sus colores.

En esta portada vuelve a captar una de las esencias de la música: el color. Y en un género marcado claramente por el negro, como es el Jazz y como representa el resto de la imagen, deja bién claro que la música tiene alma, tiente luz, tiene color.

Fantástica portada. Y gran disco, por cierto.

Ya lo puedo decir: comida japonesa

Sí, ladies and gentlemen: llegado a este día ya puedo decir que he probado la comida japonesa. He tardado un rato, pero como se suele decir "nunca es tarde si el Sushi es bueno".

Así que ya puedo hablar abiertamente que si Sushi pa'quí que si Sushi pa'llá como todo hijo de vecino. No es que haya ido precisamente al bar-restaurante más genuínamente japonés de la historia, pero para ser la primera vez no está mal para iniciarse.

Tampoco ha sido nada traumático; la verdad es que no sé porque no había probado antes, que es lo que me detenía a hacerlo. El caso es que al fin pude degustar algunos de los platos y alimentos típicos japoneses y estoy contento y satisfecho de ello. Porque no es sólo el hecho de probarlo, sino que me gustó.

Éso significa dos cosas: que añadimos nuevas maneras de entender la alimentación, que la mía es un desastre dicho sea de paso, tanto para el disfrute como por su aportación. Y, por otro lado y más importante si cabe, parecerá tonteria pero es una pequeña (o gran) demostración que no hay que tener miedo a probar cosas nuevas. Que hay caminos y puertas que explorar que te pueden conducir a distintos lugares, que pueden sumar algún tipo de mejoría en tu vida.

Tal vez me he puesto demasiado trascendental por tan solo unos cachos del Sushi ése... En definitiva: buena experiencia, la de comer japonés. Habrá que repetir.

¡Ah! Por cierto: en la misma tongada probé por primera el vino tinto y el té. ¡Toma ya! Sí, vale: que no es nada extraordinario a estas alturas de la película ni impresionaré a nadie con mi azaña; más bién que no lo hubiera hecho hasta ahora... Raro que es uno, ya lo sé. Pero, caray: ¡sushi, vino tinto y té por primera vez en la misma noche!

Búscate la vida hace veinte años

Hace un rato me he enterado de un aniversario. Se trata del estreno de Búscate la vida, serie mítica donde las haya, que hoy mismo cumple veinte años.

Y me ha hecho especial ilusión porque es de aquellas series que te marcan una época, en este caso cuando era tan solo un chavalín. 

Una serie que pasó totalmente desapercibida por el gran público, por su hilarante protagonista Chris Elliot, su psicodelia desmesurada... Vamos, me encantaba el humor y el surrealismo que radiaba.

Porque la historia tenía miga: un repartidor de periódicos por vocación que te volvía loco con su filosofía de vida tan disparatada como entrañable; todo un adulto de unos treinta años que vivía aún con sus padres tal niño pequeño.

(Ups! Esto último me suena. Me lo tendría que hacer mirar...)

Pues eso, que me ha hecho gracia encontrarme con este bonito recuerdo del pasado. Y, desde aquí, un pequeño homenaje a esta fantástica serie.


Más info de Búscate la vida en la Wikipedia. Y buenos vídeos en las tiendas habituales.

Un día de lluvia en una esquina de Oakland

Se acaba el día y yo ya estaba dispuesto a irme a la cama. Cuando de repente me he topado con este vídeo. Encontrándolo tras el título Un día de lluvia en una esquina de Oakland no me esperaba nada parecido. Me ha dejado impresionado y me he visto obligado a compartirlo por estos lares:

Objetivo: comer sano

Doce de Septiembre. No es un próposito de nuevo año o de nuevo curso. Tampoco ha ocurrido nada trascendental en mi vida que me llevara a tomar una determinación radical. Es un Domingo cualquiera.

Es algo que hace muchísimo venía pensando: mejorar la dieta para estar saludablemente mejor y, como consecuencia, estar física y mentalmente también mejor. En algún u otro momento me lo tenía que plantear. Así que: ¿por qué no ahora?

Hay que comentar, para empezar y dejar las cosas claras, es que algo así tan fácil para algunos es para mi un auténtica utopía. Digamos que como mal tirando a fatal y que nunca he hecho ningún esfuerzo para redireccionar la tendencia.

Así que el tema está realmente complicado. No es cuestión de días, semanas o meses. Esto va para largo. De hecho, todavía no sé cuándo empezar ni cómo. No tengo ni idea qué hacer o qué pasos seguir. Esta andadura puede ser igual de innovadora, como divertida, como desconcertante y dura.

Tal vez anoche hubo un pequeño atisbo de lo que puede ser comer algo diferente. Alguna persona humana agradable me comentó que se puede comer sano y guarro a la vez. Por ahí sí que veo camino fácil. Aunque todavía no estoy del todo convencido de la certeza de ello...

Un nuevo reto que me propongo y que no sé donde me llevará, si es que me lleva a algún sitio... Pero escribiéndolo aquí es como repetírmelo en voz alta: le da un toque de seriedad y convicción que hace creérmelo un poco más, además de adquirir un compromiso público más fuerte conmigo mismo.

Sun is shining for me

Después de haber compartido algunos buenos vídeos en el blog, hago un alto en el camino: es Domingo por la mañana, hace un Sol espectacular y saldré un momento a la terraza a disfrutarlo. Ya hace rato que me está llamando y me apetece un montón.

Cuchara contra cuchara

(NO VER SIN ANTES HABER VISIONADO EL ASESINO HORRIBLEMENTE LENTO).

Pues eso: de los creadores del El asesino horriblemente lento con un arma extremadamente ineficiente llega la esperada segunda parte:

El asesino horriblemente lento

Lo tenía que poner.

El asesino horriblemente lento con un arma extremadamente ineficiente. De lo mejor que he visto nunca. Sencillamente bestial:

Diez géneros del metal en tres minutos



Curioso vídeo donde el chico, protagonista junto a su guitarra, muestra en tan solo tres minutos como serían diez estilos diferentes dentro del Metal.

Cuando encontré el vídeo leí algunas críticas cuestionando lo representativo del mismo. Se criticaba que faltaban muchísimos más géneros, que las piezas que tocaba realmente no eran representativos o las mejores de los estilos en cuestión o incluso se le criticaba la calidad de lo que estaba tocando. Dando a entender que si se quiere hacer un resumen verídico del Metal tendría que haber incluído muchas más piezas y haber elegido las más características. Faltaban estilos, grupos y temas.

La verdad, particularmente, cuando yo vi el vídeo me gustó mucho. Porque es eso: tres minutos. No más. Un tipo que quiere demostrar algunas diferencias entre algunos de los géneros más populares dentro del Metal y lo hace lo mejor que le sale.

Porque es imposible resumir en tan solo tres minutos la historia de un estilo musical. Ni en tres minutos, ni en horas, ni en días. También es harto complicado en tan solo unos segundos por género demostrar todas las diferencias entre los mismos, sus características, sutilizas y detalles. E, igualmente, no se puede contentar a los millones de seguidores de un estilo musical tocando perfectamente sus temas preferidos o los que considerasen que son los más reprentativos de cada género; algo que siempre quedaría en la subjetividad de cada uno.

Así que, simplemente tiro hacía lo más fácil: disfrutar del vídeo, de como en tan sólo tres minutos te puede llegar a sorprender con una guitarra.

Piedra, papel, tijera, lagarto, spock

Es que el tradicional piedra, papel, tijera es demasiado simple...


Visto en Big Bang, una serie muy recomendable a seguir: