¡Vámonos al Kobeta!

En unas horas parto a tierras vascas. Unos días de vacaciones para descansar, desconectar y ... para disfrutar de buena música, como no. Especial ilusión.

A la vuelta: sensaciones del viaje, el último toque NBA, review del Nostradamus ... y todas aquellas pequeñas cosas que voy contando de vez en cuando.

NBA Finals: mientras hay vida ...

Esta noche viajamos a Massachusetts.

Los Lakers salvaron el primer match ball con un gran Gasol neutralizando el partidazo de Pierce. Pero los Celtics vuelven a su cancha: mucho ruído. Pocos equipos han logrado sacar tajada de esta pista en la presente temporada y los Lakers tendrían que ganar aquí dos partidos seguidos más para lograr el anillo.

Todo parece seguir de cara para los de Boston. Pero ¿y si los angelinos les dan un susto esta noche? En un séptimo partido la presión puede ser bestial y el factor cancha no ser tan decisivo. Pero antes hay que jugar el sexto y Pierce y compañía tienen sed de victoria.

NBA Finals: cerca del fin

Parecía que con la victoria en el tercer partido los Lakers reaccionaban. Pero ya está, todo ha quedado en un espejismo, un momento de lucidez de Bryant.

Los angelinos están cansados, muy cansados. Tanto física como mentalmente. Tal vez ha sido mucha la exigencia con la que han cargado a lo largo de la temporada y pocos los jugadores los que se han repartido este peso. Ni Master Zen ni el MVP Bryant se han acercado a lo que se esperaba de ellos.

En cambio en Boston todo ha sido diferente. Se ha construído un equipo alrededor de tres mega-estrellas, cualquiera de ellas capaz de resolver un partido. Además, los jugadores secundarios han estado a la altura. Todos ellos bien dirigidos por Doc Rivers. Y la emotividad de la historia de la más legendaria franquicia y de una ciudad y una afición totamente volcadas han llevado en volandas a este equipo.

Tres - uno. Todavía hay tiempo para un milagro, pero las gorras con la palabra Champions grabadas en ellas están teñidas de verde.

Nostradamus

Hace un par de años se empezó a hablar de este disco. Sorprendió a todos que los Dioses del Metal pretendieran hacer un disco conceptual contando la vida del profeta francés Michel de Nostradame.

Ya desde buen inicio se disparon las habladurías y las espectativas. Nuevamente los Judas dan un paso adelante arriesgándolo todo haciendo algo nuevo, algo diferente.

Lógicamente, como gran aficionado a esta grandiosa banda, no me podía quedar al margen. Y he seguido la evolución de la gestación del disco. Porque se ha hablado mucho de ello, se ha creado una especie de incertidumbre con lo que podía pasar con este álbum. Cualquier artículo o entrevista de los miembros de Judas era para comentar la grandeza con la que iban a sorprender a sus seguidores y no tan seguidores.

Encima el disco se ha retrasado varias veces. Y su estructura ha ido creciendo: ha pasado a ser un doble-cd con un montón de intros para las canciones. Las especulaciones no han parado en ningún momento. Desde hace tiempo que la impresión es que o sacan un discazo de los que hacen historia o se dan el gran batacazo. No hay medias tintas.

Ahí si que intenté mantenerme al margen. Son dos extremos tan separados que ni me quería hacer ilusiones ni me quería preparar para lo peor. Por lo que opté por mantenerme frío, aguantar hasta que saliera el álbum para poder juzgar.

Y bien que lo he conseguido, no me han afectado las críticas que han ido surgiendo ni tampoco las alabanzas que algunos han ido reportando. Esta espera la he llevado bien, como si no fuera conmigo la cosa. Incluso el primer tema que sacaron a la luz hace unas semanas, Nostradamus, lo cojí con pinzas, no me dejé llevar. Hasta la tercera o cuarta escucha, cuando empecé a sentir algo ... Pero mantube el tipo.

Pero, ¡ay, amigo! Como no podía ser de otra manera, unos días después se filtraron un par de canciones más. Y cometí el error de escucharlas. Ahí se acabó la frialdad que había mantenido casi dos años. Se desataron completamente las emociones, dejé de engañarme a mi mismo y me dejé arrastrar por los Dioses. Me parecieron brutales, bestiales. No en el sentido tradicional de la banda, sino en este nuevo concepto que han creado: con acompañamiento sinfónico, con partes oscuras, impregnado de lo más épico y majestuoso. Es como meterse en el fragor de una batalla y escuchar el tambor de guerra a un lado y las espadas cruzándose y chispeando a otro, mientras las tropas avanzan. Pero conservando, eso sí, todo el sabor, el toque y el sello de Priest. Con unos KK y Glenn sonando más desafiantes que nunca manteniendo el ritmo que les caracteriza y con un Halford colosal, más teatral que nunca, sin tener que recurrir a sus legendarios agudos pero demostrando lo gran cantante que es.

Todavía hay más temas por ahí que se pueden escuchar ya. Incluso el disco entero parece que ha llegado a la red. Pero aguantaré un poco más, unas horas más; intentando sujetar bien las riendas de mis emociones y soltarlas cuando sea debido, para gozar plenamente de ello, si realmente tiene que ser así.

Sé que para nada soy objetivo y que este análisis a priori, antes del lanzamiento del disco, no tiene mucho sentido. Pero no lo podía evitar. Tenía que hacer mención a lo que puede ser uno de los grandes discos del año. Y lo tenía que hacer desde mi punto de vista, no el leído o escuchado por ahí, no subiéndome al carro de los demás o de la mayoría. Sino que me la tenía que jugar antes de su salida para uno de los dos extremos y he elegido hacerlo por el triunfador. Apuesto a vencedor.

Ni que decir tiene que cuando escuche el disco entero volveré por aquí a dar la cara por si estoy equivocado o, por el contrario, a lucir la orgullosa sonrisa de quien ha acertado; pero una sonrisa no de colgarse la medallas en la palestra sino por la satisfacción de volver a disfrutar de algo grande.

De momento no me queda nada más que decir que: ¡Priest, Priest, Priest!!!!

Arte de matar

En esa España chillona retrógrada que se nos volvía afortunadamente tan ajena estaban incluidos los toros, a veces sólo por razones estéticas, antes de que empezáramos a tener alguna sensibilidad hacia el sufrimiento de los animales. Los pasodobles, las monteras, los trajes de luces, la grosera simbología de la sangre, la arena, la cornamenta, la espada. Era la España negra: la de los lugares comunes baratos del turismo, la de la intelectualidad extranjera que fingía apreciar nuestro exotismo y al mismo tiempo nos miraba de arriba abajo, brutos domados por un dictador y tan prisioneros de sus pasiones y sus rituales que no podían entrar seriamente en el mundo moderno.

Interesante artículo en relación al "noble arte" de la tauromaquia escrito por Antonio Muñoz Molina en el País. Me ha gustado.

No sabía que etiqueta poner. Al final me he decidido por crear una nueva.

NBA Finals: esto pinta verde

Dos a cero. El verde se impone al amarillo. Los Celtics han hecho valer la ventaja de campo para dar un gran paso hacia el anillo.

La afición tal vez ha sido clave, se ha volcado totalmente con el equipo y podía meter mucha presión al rival como a los arbitros. A estos últimos se les ha puesto un poco en duda, pero visto lo visto parece que no han influído como para variar el signo de estas series.

Los Celtics volvieron a sobrepasar a los Lakers. En todos los sentidos: sus estrellas fueron superiores a la angelinas, sus hombres secundarios y de banquillo aportaron mucho e incluso a nivel de dirección técnica parece que Doc Rivers le está ganando la partida a gran Master Zen.

Tal fuela superioridad que el partido iba camino de una gran paliza. Se llegaba al último cuarto con ventajas de 20 ptos para los locales. La relajación de unos y el orgullo de otros hizo que el marcador se ajustara en un abrir y cerrar de ojos. Devolviendo así la emoción merecida a un partido de estas características. Pero para el aficionado de Boston todo quedó en un susto y se fueron a casa con la tranquilidad de mantener su casillero de derrotas a cero.

Las finales se mueven al soleado estado californiano. Habrá que ver que reacción tienen los Lakers ante esta gran dificultad. Desde que las finales se juegan en formato 2-3-2 sólo los Pistons, hace pocos años, han logrado ganar los tres partidos centrales en su casa. Entonces a ellos les valió para ganar el título ya que anteriormente habían robado una victoria en pista de LA. Ahora los Lakers lo tienen más díficil, tienen que ganar los tres próximos partidos, para no complicarse hasta lo imposible, y encima volver a Boston para hacer la gran machada. Sabemos que hay que ir partido a partido, pero puede ser un gran muro psicológico para Bryant y compañía.

NBA Finals: Round 1

Dicen que quien golpea primero golpea dos veces. Eso deben pensar los jugadores y aficionados de los Celtics que se llevaron el primer invite de la gran final.

Victoria muy trabajada por los hombres de Doc Rivers. Partido muy igualado que se resolvió de manera épica. Y es que en este equilibrio eran los Lakers los que tenían una pequeña ventaja en el tercer cuarto. Fue cuando hubo un momento de pánico en la marea verde, saltaron todas las alarmas al ver a Paul Pierce irse a hombros de sus compañeros a vestuarios con lo que parecía una rodilla destrozada.

Y ahí llegó la épica. En un partido en el que destacaba un soberbio KG, resurgió de sus cenizas Pierce volviendo cojeando del vestuario con un aparatoso vendaje, llevándose la más grande ovación de la noche, demostrando que es el auténtico ídolo y el más querido por los seguidores verdes. La más grande digo porque lo del público fue otro aspecto a destacar: algo increíble como animaban a su equipo, no parecía el habitual selecto público de los partidos de la NBA, sino una versión americana de las canchas calientes europeas.

Decisivo fue la actuación de Pierce en esos minutos que ayudó a su equipo a dar la vuelta al marcador y acabar de apuntillar en la recta final del partido a unos Lakers a cuyas tres grandes estrellas (Bryant, Gasol y Odom) les faltó ese plus exigible en estas grandes citas.

Uno a cero. Todo por decidir todavía, pero los Celtics ya tienen la tranquilidad de la primera victoria. En cambio, Los Angeles tienen todavía todo el camino por delante; aunque Master Zen y compañía siguen confiados en robar un partido de los dos con los que se abre la serie en Boston.

Y como la rivalidad entre las dos franquicias es tan grande, tampoco ha faltado la polémica. En esos momentos de incertidumbre culminados con la vuelta a la cancha exaltando los ánimos de los aficionados cuando el equipo más lo necesitaba y esa rodilla maltrecha rápida e increíblemente recuperada han conseguido que en los círculos angelinos se sospeche de una cierta teatralidad entorno a lo sucedido con Pierce.

Pero todo esto ya queda atrás, en la próxima madrugada el segundo asalto.

Evidencias de la existencia de Dios

Extenso documental donde se repasan con minucioso detalle todas las evidencias que podemos encontrar para apoyar la existencia de Dios. Además de la formidable exposición de las pruebas aportadas durante innumerables siglos por eminentes teólogos y estudiosos del tema hay que resaltar la magnifica fotografía caracterizada por sus finos matices de color y la estupenda banda sonora que acompaña al documental, titulada Bolero y compuesta por Maurice Ravel. Un trabajo espléndido del amigo Tarkanos.



Vía Etiopica

Empieza el gran Show: NBA Finals

VS.

Do You Remember? Poco más hay que decir. Volvemos a los 80s. Los colores vuelven tras unos años en los que han predominado el negro y el azul. La final esperada desde el inicio de la temporada. La final deseada por la mayoría de seguidores de la NBA. Mucha historia en cada pista, mucha historia en esta rivalidad. Todo un clásico a disfrutar.

La alegría de las eléctricas

Por la inminente subida de precios:


Vía RuFadas

Para los que les guste vivir en las nubes

Rascacielos en Dubai

Escapadita: el Retorno

Esto es lo más cercano a una crónica de urgencia, lo más fresco que he podido escrivir después de casi tres días ... Pero, vamos a allá.

Me fui con ganas de aventura y logré el merecido triunfo. Se puede decir que el objetivo está cumplido por partida doble: por desenchufarme del mundo durante unas cuantas horas y poder disfrutar de una de las bandas más grandes de la historia del Heavy Metal. A un margen han quedado todas las horas de viaje, todo el tiempo de pie sin descansar, las horas de espera, el frío, los diferentes puntos negros de la organización y los tremendos gastos que todo ello ha supuesto.

Era muy grande la ilusión que tenía por ver por primera vez a Metallica. Y no me defraudaron.

Tras unas horas de viaje me plantaba en Getafe acompañado de una amenazante y temida nube negra. Por suerte el sábado las fuerzas de la naturaleza se aliaron con el gran show y respetaron a la gran masa, dejando paso a algunos rayos de sol.

Llegué cuando tocaba un grupo llamado Soilwork. Poco caso, para meterse en el ambiente y conocer el lugar. Cuando empecé a calentar motores fue con la aparición de Queensrÿche en el segundo escenario. Tremendas ganas de ver a uno de mis grupos favoritos, y que ya venía arrastrando desde que cancelaron su actuación en BCN el año pasado. Fue poco rato, a penas 40 minutos y con algún problema de sonido. Pero su estado de forma me deja tranquilo, como buen aperitivo para lo que voy a ver el próximo miércoles en un show de grandes dimensiones.

Siguió Within Temptation, con la bella y gran cantante Sharon como protagonista en el escenario principal. Finalizando el concierto era hora de cojer algo de fuerzas para prepararse para lo bueno. Turno para Machine Head, para muchos los triunfadores del festival. Apisonadora es uno de los adjetivos más utilizados para la comunidad para referirse a su actuación. La carpa del segundo escenario se quedó pequeña para ellos. Un grupo que no me apasiona, pero tampoco desagrada, y que tube que seguir un poco desde fuera de la carpa. Antes de finalizar ya era momento de ganarse un buen sitio.

Media hora antes de su actuación, miles y miles de personas ya estaban colocadas esperando el inicio de los californianos. Nunca había estado tan lejos de un escenario, los protagonistas eran minúsculas figuras, cuando los veía. La actuación se tenía que seguir por las pantallas. Pero si tenía unas quince o veinte mil personas por delante del lugar donde estaba, podría haber unas cuarenta mil por detrás de esta linea. Metallica junta a RATM fueron los artificies del gran éxito de asistencia del festival.

Y empezó el show. Poco voy a comentar que no se pueda leer en cualquier otro lugar, en sitios especializados, en críticas ... Todas ellas seguro que mejores que la mía. Pero, para mi fue un gran gozo poder escuchar por fin en vivo temas emblemáticos del Metal como Master of Puppets, Enter Sandman, Seek and Destroy, Sad but True, Fade to Black, And Justice for All y muchos más.

Tal vez iba predispuesto a no salir defraudado, igual estaba muy ilusionado. Pero no encontré demasiados defectos en su actuación. Es cierto que no son los Metallica de hace dos décadas, ni siquiera son esas bestias del escenario que algunos siguen defendiendo en los últimos años para salvarlos de las críticas de sus discos. Como apuntan algunos, les falta un poco de mala leche, algo que sí tubieron los Machine Head por ejemplo. Pero su actuación fue más que correcta, cumplieron con creces. Y aunque no pueda decir que he visto la mejor versión posible de Metallica salgo más que satisfecho del primer encuentro.

A destacar tambien que con la retaila de grandes clásicos que tocaron las canciones que más me llegaron fueron la tremendísima One y Nothing Else Matters; esta última me llegó a emocionar de verdad.

Lo dicho. Una escapadita que mereció la pena.

Y como reportero gráfico no me puedo ganar la vida (no se salva ni una de las fotos que hice ...), he tomado prestadas algunas fotografías de la página oficial del festival, para ilustrar un poco esta entrada.


La carta en el estanque

Una persona que se compra una casa con un pequeño estanque, que decide secar porque tiene niños y prefiere evitarse posibles peligros. Al vaciarlo completamente encuentra en el fondo esta carta plastificada donde el creador del estanque le deja constancia de la poca gracia que le hace que alguien se haya cargado su estanque que con tanto esfuerzo habia hecho.

A quien concierna

Si estás leyendo esto entonces solo puedo asumir que has quitado el estanque bajo el que estaba enterrada esta nota.

Por supuesto, ya que no estoy por aquí en estos momentos, no estoy en posición de comentar por qué has quitado el estanque y, seamos justos, que hay un buen número de razones para hacerlo. Trataré de no hacer una lista de razones potenciales ya que podría haber muchas. Una de las más extrañas es que la eliminación del estanque sea el resultado directo del mordisco de un ñu en el tobillo, pero será mejor que no haga especulaciones.

De todas formas me gustaría que fueras consciente de que cavar este estanque y consecuentemente llenarlo con agua, peces y plantas acuáticas conllevó un considerable esfuerzo personal. No solo por cavar el agujero (aunque obviamente es la parte más importante), sino por toda la panificación que supuso elegir su emplazamiento, forma y tamaño, su localización cerca de una toma eléctrica, etc, etc, etc.

Tengo que admitir que estoy un poco ofendido por esto. Acabas de destruir (si, se que es una palabra muy fuerte pero aquí están involucrados mis principios) algo que me llevó mucho tiempo construir. Si llegara y destruyera algo que te ha llevado mucho tiempo construir también estarías ofendido, así que piensa en ello.

Ya vale por hoy, sigue haciendo lo que se suponga que estás haciendo, destructor de estanques llorica.

Oh, por cierto, espero que se te caiga la cabeza.

Los más buscados del Infierno

Poner etiqueta a esta foto es complicado. Menudo batiburrillo en un momento ...

El Autor

Mi pequeño homenaje a Bo Duddley. DEP.