La Gran Duda


Pues eso. Del blog El Chiste de Mel. Muy buenas e interesantes tiras cómicas de uno de los colaboradores, entre otros, de El Jueves.

The Priest is Back

Pensando en mi "vuelta" he recordado uno de los gritos de guerra de Rob Halford, cuando vuelve a una ciudad con sus Judas Priest y es lo que da título a esta entrada. Sácandolo a colación, me permite hablar un poco de música. No podía faltar.

Y es que éste va a ser un año de grandes conciertos y el primer plato fuerte tuvo lugar hace unos días, en el Palau Olímpic de Badalona, donde llegava el impresionante Priest Feast encabezado, lógicamente, por Judas Priest y bien escudados por Megadeth y Testament.

Por ahí siempre se pueden encontrar mejores crónicas de las que yo pueda hacer. Por lo que me lo ahorro. Simplemente quería comentar el hecho diferencial respecto a esas otras crónicas o, por lo menos, dar mi punto de vista en primera persona.

Y es que es bién sabido lo que significa la música para mi, una gran pasión. Y este fue uno de esos conciertos en los que uno se ve arrastrado, o se deja arrastrar, por la música. Judas es mi grupo favorito dentro del género y lo disfruté de manera impresionante. Tenía curiosidad por ver a Testament, incluso era una cuenta pendiente ver Megadeth, que hicieron un gran concierto. Pero, ya con Judas fue algo espectacular.

Después de tantos años mantienen la forma, clásico tras clásico, demostrando que son los Dioses del Metal. Llenos de energía y de fuerza. Llegando a un salvajismo extremo repleto de calidad en las afilidas guitarras de K.K. Downing y Glenn Tipton, con un Halford rejuvenecido rompiendo los timpanos con sus agudos y con Ian Hill y Scott Travis marcando el ritmo en un segundo plano. Desgarradores estilistas. Una apisonadora romántica del Heavy metal.

Fue un show increíble. La tercera vez que los veo en directo y de nuevo fue especial. En unos días algo movidos para mi fue como un paréntesis, como un olvidarse de todo. Y de que manera: disfrutando al máximo de la música, en directo y con uno de mis grupos favoritos. Sensación de plenitud, de goce total.

Tenía ganas de volver a hablar de música, pero tampoco me quería extender demasiado, ya que simplemente quería dejar constancia de uno de los momentos más importantes del año a nivel musical para mi, sin entrar en detalles técnicos ni aburrir con descripciones innecesarias. Sino expresando lo que significa para mi un acontecimiento de este calibre.

Es el segundo concierto del año. Y tampoco quería olvidarme del primero, algo que tenía pendiente. Un evento más modesto pero también de gran emotividad. Era de Letz Zep, grupo que rinde tributo a Led Zeppelin. Se dice de ellos que son los mejores que imitan a la gran banda británica. Y puedo dar constancia, por el crédito de ser lasegunda vez que los veo, que a día de hoy es lo más cerca que se puede estar de vivir en directo los grandes clásicos de Zeppelin.

Y digo emotivo porque Led Zeppelin es otra de esas bandas que ocupan un buen lugar en lo que yo denomino mi Olimpo musical particular. Al igual que con Judas, encuentro algo bueno en todas sus canciones, no puedo desechar nada. Más bien el contrario, ambas bandas me hacen sentir muchos sentimientos y emociones. A parte que a nivel musical su aportación en cuanto a calidad y cantitad es monstruosamente bestial.

Así que este concierto de Letz Zep también fue especial. Todo el concierto fue bárbaro. Pero si me tengo que quedar con un momento ése fue cuando pude cerrar los ojos, imaginando que escuchaba a los originales Plant, Page, Jones y Bonham. Unos instantes en los que enlazaron los temas Kashmir y Stairway to Heaven. Dos temas que ya de por si son grandiosos pero unidos consiguieron en mi una reacción de estremecimiento de las más grandes de mi vida.

He hablado de los dos primeros conciertos del año. Y en dos días se presenta otra de las grandes citas. Llegan a Barcelona los australianos AC/DC, una de las giras más esperadas de los últimos años, bien acompañados por The Answer. Hay muchísimas ganas de su Rock clásico y no hace falta ser muy avispado para poder asegurar ya que será una nueva gran velada.

Ahora sí. Puedo decir que he vuelto del todo.

¿Cómo murió Martin McFly?

Anuncio y contranuncio

No hay mejor manera para transmitir las buenas sensaciones de mi vuelta que hacerlo con algo fresco, que es como me siento. Y hablando de algo fresco que mejor que una buen cervecita.

Este anuncio lo descubrí en el descanso de un partido de Champions. Es de una cerveza ya de sobras conocida, por lo que me ahorro mencionarla; y porque no me llevo nada a cambio... Me pareció sencillamente genial:



A estas alturas cuesta que un anuncio te sorprenda gratamente, que pueda ser lo suficientemente original para conseguirlo. Pero, gracias a La Huella Digital me encontré con el contranuncio realizado por otra casa de cervezas. Si el anterior ya me parecía genial éste lo considero sublime:


He vuelto

Y eso que no me había ido a ninguna parte. Pero la sensación es esa, la de volver de algún modo. Retornar de un periodo de ausencia. Ausencia de mi mismo. Vuelvo yo, vuelvo todo yo. ¿Complicado de entender, verdad? Ni yo mismo me aclaro. Será que soy un tipo complicado...

Pero, dejando a un lado este enredo que no nos lleva a ninguna parte, lo que quería decir es que vuelven las ganas de escribir, de soltar pequeñas perlas, de compartir mis opiniones o sandeces o simplemente de dejarme ir aporreando el teclado. Porque me gusta, me siento bién. Y aunque "sólo" han sido unas semanas dejando en un rincón este blog, me han parecido un mundo. Ahora vuelvo a tener aquel espíritu que me hizo crear este blog, el mismo que lo mantuvo durante más de un año.

Éste es el anuncio de mi vuelta. O también una amenaza. Ya sabéis: todo depende del color...

La Marcha Imperial

Curiosa interpretación de La Marcha Imperial con una bobina de Tesla:



Vía Microsiervos.