Vete al teatro

Y entre concierto y concierto: teatro. Y no una obra cualquiera con actores desconocidos. Sino tocaba ver Dos Menos, con los mismísimos Héctor Alterio y Pepe Sacristán.

Estaré bién asesorado y aconsejado a la hora de ir a ver teatro, pero las obras que he visto en los últimos dos años han sido muy buenas, incluso con algún puntito que las han hecho especiales.

En este caso los dos actorazos ya valían la pena verlos de por sí. Poco hay que hablar de ellos que no se conozca. Lo único que puedo añadir es el sentimiento personal de la impresión que causa poderlos tener presente frente a mi, llenando ellos solos el escenario, con su increíble personalidad como actores y sus voces labradas a base de buen trabajo a lo largo de muchísimos años.

Una comedía sarcástica y en la que los dos protagonistas se ríen de la muerte. Una pareja que se conoce y emprenden un mismo camino, unidos por el mismo destino.

Una buena obra y dos grandísimos actores. Muy recomendable de ver.

De jazz y otros, en casa

Hace alguna entrada hablaba de lo que era mi último concierto, The Answer, en Barcelona. Pero, ya en el mismo título especificaba que era el último de Rock. Porque realmente ése no era mi último concierto, sino que el último fue hace unos días aquí, cerquita de casa. Y era de Blues.

Ésta no es una entrada para contar ese concierto si no más bién para aprovecharlo como excusa y hablar de la oportunidad que tengo actualmente de gozar de buenos conciertos tan cerca de casa.


Nos quejábamos por aquí de lo poco que tenemos a nivel organizativo en la zona. Culturalmente está el tema muy parado, ya sean conciertos, espectáculos, cine... Pero desde Enero podemos contar con algo bueno.

Jazz Club Vilafranca nos brinda la oportunidad de asistir a un concierto de manera mensual en el Sam Café de Vilafranca. Y es algo que vale la pena, la verdad. Siempre está bién disfrutar de la música en directo y si te lo ponen tan fácil como dar unos pasos desde tu casa, sin tener que desplazarte a ningún lugar, mejor que mejor. Además, por ahora, sólo hemos tenido que pagar, y sólo cinco euros, en el primer concierto. Por lo que el precio tampoco es excusa.

Lógicamente, se parte de la base que los conciertos que se organizan son de Jazz, o por lo menos parten de ahí, aunque se puedan fusionar con otros géneros e incluso el Blues, como ha sido éste último. Y a mi me gusta. A diferencia de otros conciertos a los que suelo asistir, es un rollo más tranquilo. Y es una oportunidad o un tipo de concierto más difícil de encontrar a nivel más popular.

En lo que llevamos de año se han realizado ya tres conciertos. Los tres diferentes. El primero era de un gran saxofonista americano como Jesse Davis, con una banda formada expresamente con gente de aquí Catalunya para esta mini-gira. El piano, el contrabajo y la batería completaban el cuarteto. Gran calidad, músicalmente y técnicamente muy buenos. Jazz tirando más bién a clásico. Tremendamente agradable.

El segundo ya era un grupo más local, menos rodado tal vez. Pero un buen rollo muy grande. Actuaban The Blow Quintet, formado por guitarra, saxo, trompeta, batería y contrabajo. A la base de Jazz Fusión se añadían otros estilos bién mezclados, como el Funk, el Blues o el Pop. Concierto más dinámico y animado. Muy entretenido.

Y por último, sólo hace unos días, se presentaba Chicabo Blues amb Walking Stick Man. Esto ya no era Jazz, sino que era estrictamente Blues. Muy bueno. Con un líder con una personalidad muy propia tocando la guitarra y las diversas armónicas. Acompañado por batería, bajo y piano. Se daba la curiosidad que el pianista era David Giorcelli, el único músico que hasta ahora conocía con anterioridad, ya que tuve la ocasión de verlo tocar en directo en un local de Barcelona hace ya un tiempo.

Este último concierto no nos acabó de enganchar. Tal vez por el estilo o por el local que no acababa de ser lo suficientemente canalla para el artista o el género... Pero no se acabó de crear el ambiente o el feed-back ideal entre público y músico. Aún así, como para cualquier concierto, tener esta oportunidad de asistir a ver música en directo está muy bién. Ya sea el estilo que sea, se conozca o no a quien actúa; la cuestión es poderse entretener con la música en vivo, empaparse por ella; disdrutar de la noche del sábado con los amigos, sentados alrededor de una mesa tomando alguna copa en un entorno agradable. Y bién acompañados de buena música.

Pequeño gran logro personal

Igual parecerá una nimiedad, algo muy poco trascendental, pero estoy muy orgulloso de haberlo logrado. Lo conseguido es algo muy especial.

La semana pasada conseguí salir a correr cuatro días, algo que nunca antes había hecho. Y poniéndonos tiquismiquis y sacar así más pecho, podría decir que realicé cuatro salidas no en una semana sino en sólo cinco días. Vamos, una pasada. Una machada o algo histórico para mi. Ya que lo máximo que había hecho anteriormente eran tres días y cuando gozaba de muchísimo más tiempo libre.

En números, fríos, serían un total de veintitres kilómetros en poco más de dos horas y media. Cuatro días diferentes, con unas rutas cortas y otras más largas, con diferente tipo de intensidad, velocidad, exigencia o dificultad, con distintos terrenos y desniveles. El promedio ya sé que no es muy elevado. Para corredores avanzados (no hace falta mucho más) la misma distancia o recorrido la podrían hacer en mucho menos tiempo y acumulando más kms. a la semana. Pero para mi es algo brutal salir a correr cuatro días y hacer tanto "trabajo".

Físicamente es algo muy grande, una barrera superada. Algo impensable cuando hace unos años sólo podía correr a penas diez minutos al día dejando pedazos de corazón por las esquinas y cachitos de pulmones por el asfalto para acabar con un cuerpo destrozado...

Una demostración que puedo hacerlo, que está a mi alcance. Y que puedo ir todavía más allá. Me motiva, me estimula para ello.

Pero lo realmente importante aquí no está solamente a nivel físico. De hecho, difícilmente podré repetir azaña. Ésto ha sido algo excepcional. Ya que actualmente salgo a correr sólo un día a la semana por temas de actividades y horarios. Aunque si que hay la intención de salir una segunda vez si se puede. Pero la cosa seguirá por ahí, sin machadas de cuatro días como ésta. Buscando, eso sí, superarme, mejorar mis distancias y tiempos todo lo que pueda.

Lo significativo es haber conseguido algo que pensaba que no podía lograr. Y más que éso, empezar con una motivación previa en mi interior, muy grande. Una motivación surgida de querer hacer algo así; de buscarlo partiendo de la base que me lo creía. Una motivación que me llevó a probarlo. Quería hacerlo. Y lo hice.

Esta motivación era muy grande. Como decía en una entrada más atrás, me ha sorprendido que así fuera en unas semanas de altos y bajos y algunas dudas de por medio. Pero me lo he creído. Ha surgido ese espíritu de superación.

Una demostración no sólo física, sino una demostración de uno mismo y a uno mismo a cualquier nivel. Demostrándome que puedo hacer grandes cosas si me lo propongo, si voy a por ello, si creo. Demostración de que no hay excusas que valgan. Porque ésa es otra: estos días me he sentido muy a gusto corriendo, con muy buenas sensaciones. A pesar del esfuerzo y de las engorrosas agujetas, he disfrutado con la actividad. Me he sentido vivo. Por lo que no hay que buscar excusas o justificaciones para no sentirse así, para no hacerlo.

Si algo quieres, si algo te hace sentir bién, no dudes en vivirlo. Si algo te hace crecer, te hace mejorar, no dudes en creer e ir a conseguirlo.

El resultado de de estos días corriendo no ha podido ser mejor. Físicamente me siento más activo. Lo que me hace estar con un estado de ánimo general mejor, más positivo. Algo que ayuda a estar también más fresco, más despierto, más ágil. Aquello de "mens sana in corpore sano", ¡qué cierto es!. A la vez, uno se siente más relajado, se quita de tensiones y estreses.

Por otro lado, es un logro que me deja tranquilo. Una satisfacción y orgullo personal muy grandes. Por conseguir algo que dudaba que podía hacer. Y porque una vez conseguido me demuestra y motiva para seguir adelante, para esforzarme a superarme. No sólo a nivel físico, claro. Porque ahora creo que puedo conseguirlo. Se puede mirar adelante con optimismo; con una gran motivación y estímulo. Con muchas ganas e ilusión. Sin absurdos límites impuestos, sino sabiendo lo que se quiere, cuales son tus prioridades, que es lo que te gusta y que es lo que te hace sentir bién.

En esta carrera personal de largo recorrido, puedo dejar de tener la mirada fruncida mirándome los pies y quejándome continuamente de lo duro y aburrido que es estar pasando por un túnel. Puedo creer en mi mismo, mirar hacia adelante y ver, tal vez no todo el camino, pero por lo menos sí un buen cacho de él. Saber que ya se ha hecho un buen tramo, que algo se ha avanzado. Y que lo que queda atrás ayuda a ir adelante, a seguir avanzando, caminando o corriendo, incluso tomarse un respiro si hace falta. Pero siguir creciendo, mejorando. Un camino sin meta y sin prisas, pero que se puede y hay que recorrer.

Disfrutándolo, viviéndolo. Sintiendo el terreno en cada pisada, escuchando los pajaritos del día soleado, respirando el aire puro, gozando de los arroyos, las colinas, la arboleda... Disfrutando de la vida. Evolucionando y creciendo. Sonriendo.

Éste ha sido un pequeño paso para cualquier atleta pero un gran paso para Pyros, de la noble hermandad de los Bladerunners.

300 y...

Hoy me he dado cuenta que he llegado a las trescientas entradas en este blog. ¡Quién iba a decir hace más de dos años que a estas alturas todavía estaríamos aquí!

No, no me voy a poner a recordar o hacer ningún tipo de repaso. No tiene más, no es nada significativo. Por lo que no habrá nada especial para celebrarlo.

Pero si que un número redondo como éste llama la atención, es curioso. Y mirando el blog, no metafóricamente, si no de manera literal, me ha dado el punto de hacerle un lavado de imagen. Así que he aprovechado el momento para cambiar de plantilla. Del minimalista, blanco (y soso) anterior pasamos a éste totalmente diferente. Buscando algo agradable, continuando siendo sencillo, pero más vistoso.

A mi me gusta. Tiene su puntito. Tampoco me he complicado la vida en buscar más u otros más bonitos o atractivos. Éste me parece bién y por ahora es el que probaré. De hecho me ha resultado más fácil de lo que me pensaba cambiarlo. Por lo que si no me acaba de convencer ya iremos trasteando otras historias. Pero, por ahora vamos a seguir con éste, que me atraído de seguida que lo he visto. No parece que me haya desmontado nada del blog, ni que las cosas o entradas queden descuadradas o algo parecido. Lo que si que tiene de positivo es que el ancho del cuerpo del blog es más amplio, lo que me permite escribir buenas parrafadas sin que las entradas se estiren hasta lo infinito y llena más la pantalla, no queda un gran vacío alrededor.

Divertido esto de cambiar la imagen de blog. Es como rejuvenecerlo, refrescarlo.

Hombre que mira la Luna

Es decir la miraba porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo

con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli

cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellones
satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural

pero si los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella

hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron a dúo
dijeron no va más al carajo selene

se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén

y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.

Mario Benedetti

La Luna

Ayer vi la Luna... ¡A las tres de la tarde!

Qué cosas...



Y ya que estamos, he encontrado un poema que me ha gustado...

Mi último concierto (de Rock)

Hace un par de Viernes asistí, tras ya meses de sequía, a un concierto de Rock. Actuaban The Answer, una joven formación irlandesa.

Noche de puro Rock. Era la tercera ocasión que los veía y, si hay oportunidad de ello, los volveré a ver. Ya los conocí con su primer disco, Rise, hace casi cuatro años. Me entusiasmó su sonido fresco, contuntendente y directo. Y, a pesar de ser una banda novel, teniendo muchas tablas y personalidad en el disco y en el escenario.

Lo que me gusta de ellos es su estilo. Reminiscencia bién clara de los años setenta, muy marcados, por supuesto, por Led Zeppelin. Incluso la estética del cantante recuerda enormemente al gran Robert Plant, incluso en su voz y actitud en el escenario. Sonido setentero pero actualizado, endurecido. Me atrevería a decir también que son unos nuevos Whitesnake o Aerosmith. O también habría que meter en el saco de sus influencias a los mismos AC/DC, a los que telonearon el año pasado.

Un gran concierto. De la gira de presentación de su segundo álbum, Everyday Demons. Concierto de los que dejan exhausto por lo buenos temas. Y porque no dejaron de tocar, no daban cuartel al descanso, enlazaban tema tras temas, alargándolos si hacía falta, gustándose.

Hacía tiempo que no disfrutaba de Rock en directo y tenía muchas ganas. Este concierto me dejó muy satisfecho, como no podía ser de otra manera con este gran grupo.

Y, como muestra, que mejor que un tema de The Answer, Never too Late:


Ha vuelto el "Espíritu Bladerunner"

Pues sí, amigos. Ha vuelto el Espíritu Bladerunner a mi vida, a mi YO. Y... ¿qué es eso? El orígen de dicho espíritu viene de tiempos inmemoriables, cuando un par de héroes anónimos conquistaron el mundo. Se subieron a su trono, miraron al su alrededor con una sonrisa de felicidad y desde lo más alto fueron conscientes de todo el poder que emanaba de sus interiores y de todo lo que eran capaces de lograr si se lo proponían.

Pero sin volver nostálgicamente la vista demasiado atrás y permanecer sobriamente en el presente, vendría a ser ese afán de superación que se puede despertar en cada uno de nosotros. Esas ganas de lograr objetivos, de alcanzar metas, de superar el listón cada vez más alto. Darse cuenta de la energía y la fuerza que reside en el interior de uno mismo. Mirar hacia adelante e ir a por ello, convencido, motivado, animado... sonriendo.

No sólo hay que tener esa motivación, esa iniciativa, esa predisposición. No vale sólo con ponerse en marcha y ya está. Hay que canalizar toda esa energía. Mantenerse ahí, permanecer, seguir adelante pase lo que pase. Superar los primeros y duros pasos y empezar a marcar grandes zancadas. Seguir evolucionando sin parar. Ir más allá.

Porque así es como me siento ahora. Tras unas semanas de idas y venidas, de altos y bajos, de motivación y dudas, de puedo o no puedo... Ahora estoy con todo el entusiasmo y motivación necesarios. Entre ayer y hoy me he demostrado a mi mismo que puedo. Si me lo propongo, si creo en ello. Estoy inmensamente satisfecho, me siento pleno, me siento bién.

Pero, como digo, la cosa no puede quedar aquí. Si sólo doy este primer paso y todo seguido me paro a sentarme en sofá, este primer esfuerzo habrá sido en vano. Una ilusión, una visión de un oasis en medio del solitario desierto. Empezar para no acabar como siempre...

Los primeros pasos son los más duros y vienen tiempos difíciles. Y hay varios caminos que empezar, varias rutas que estudiar y andar por delante. Muy largos y complicados, incluso muy desconocidos para mi. Pero ahora, mirando desde este punto de partida, no me asusta, no me voy a echar atrás. He tomado la determinación, me atrevo. No sé hasta donde llegaré ni como lo haré, pero esos caminos me piden a gritos que los recorra, uno a uno o todos a la vez. Tengo ganas e ilusión.

Ha vuelto el Espíritu Bladerunner.

Gorillaz ha vuelto

Ayer, viendo la tele, me encontré por casualidad con el siguiente videoclip:



Para mi sorpresa era un nuevo videoclip de Gorillaz, el proyecto virtual de Damon Albarn, otrohora líder de la banda Blur. El retorno de sus personajes a las pantallas después de varios años de ausencia. La canción es Stylo.

Me ha gustado el vídeo. Parece que no tiene más, es una persecución policial en una de esas eternas y desiérticas carreteras americanas. Pero la peculariedad es que los furtivos son personajes virtuales y el cazador es ni más ni menos que Bruce Willis. Pero parece tan real y tan conseguido que da en su conjunto una sensación de total normalidad. Sólo hay que ver las caras de todos ellos para hacerlo aún más verosímil.

De los primeros decir que cada vez están más conseguidos, nada que ver ya con la sencillez de sus años mozos. De ahí también radica la gracia de Gorillaz: no es un proyecto musical sino que más bién se podría decir que es proyecto audiovisual o multimedia. Ése era el objetivo: desmarcarse de otras formaciones, proyectos, músicos y, sin mostrar las caras, llamar la atención de la gente con unos dibujos. Una idea diferente, innovadora, creativa.

Y del segundo, que decir. Nadie se resgará las vestiduras si digo que es un actor bastante limitado, por no decir mediocre o directamente malo... Pero tiene algo. Encarnando a esos personajes destrozados, asociales, antipáticos, brutos, malhablados y sarcásticos, el tío lo borda. Interpreta, o le sale, este tipo de antihéroe: duro, rudo, de la calle, pero a la vez con un corazoncito en el fondo, muy el fondo, que al final es lo convierte en el más bonachón y el más querido de la película y no se lo piensa dos veces en arriesgar su vida por una noble causa. En este caso no hace ese papel de malo-bueno. Sino que interpreta a un malo maloso que persigue en una caza y derribo a los fujitivos.

Bonita y curiosa cacería. Sorprendente videoclip muy recomendable.

Músicalmente tienen algo que me atrae, aunque sin apasionarme. Es curioso que de lo que se denominó Brit-Pop con Blur y Oasis como abanderados del estilo, tras los años surgiera algo tan rompedor como esto. Claro está, que Damon con esta historia no sigue con el mismo género musical, sino que lo aprovecha para tocar otros palos y experimentar. Es difícil de etiquetar o encasillar lo que hacen: pop, electrónica, rap, alternativo... El caso es que el resultado me gusta, es diferente. Y mezclarlo a nivel virtual creando personajes ficticios y inventándose parajes, historias y mundos fantásticos es muy divertido a la par que tremendamente entretenido.

Como decía anteriormente, los vídeos cada mejor están más currados, más conseguidos. Pero echando la vista atrás, entre otros que ya me gustaron, me quedo con otro que en su día me gustó muchísimo:



Es Feel Good Inc. Pero no es quedéis con éste, dando una vuelta por YouTube podéis encontraros con un arsenal de videoclips muy divertidos y sorprendentes de Gorillaz.