Perla # 13

De su escondite sale, dejando atrás su timidez, en busca mi revitalizada energía. No quiere arrebatármela, quiere desafiarme, medir mis auténticas fuerzas. Se planta delante de mi, con postura altiva, orgullosa, de grandeza. Y me mira fija y directamente a los ojos. En este juego, en este duelo de miradas ¿quién podrá resisitir más? Unos segundos después se me escapa una inevitable sonrisa. Ha ganado: ha alcanzado el objetivo que buscaba. Y yo, me reconozco merecido perdedor: estoy feliz.

La ardilla y yo...