Adicto a los parques

Hace uno días tuve la oportunidad de hacer otra escapadita. Esta vez algo más cercana y más corta. Fue a Madrid. Y del escaso tiempo del que disponíamos, al igual que en Londres, unas horas fueron destinadas a un parque: El Retiro.

Llegados a estas alturas de la película, he de reconocer que me estoy aficionando a pasear por los parques de manera desmesurada. Me gusta perderme en ellos, andando entre árboles, entre su follaje, sus colores... su vida. Da igual si hace sol o si llueve, si hace un calor estival o un frío invernal. Lo disfruto.

Hasta la fecha, cuando tenía que viajar miraba que evento musical me podía encontrar para tenerlo como curiosa excusa. Ahora empiezo a mirar si la ciudad en cuestión dispone de un buen y apeticible parque.


Sí, lo reconozco: soy adicto a los parques.