Ha vuelto el "Espíritu Bladerunner"

Pues sí, amigos. Ha vuelto el Espíritu Bladerunner a mi vida, a mi YO. Y... ¿qué es eso? El orígen de dicho espíritu viene de tiempos inmemoriables, cuando un par de héroes anónimos conquistaron el mundo. Se subieron a su trono, miraron al su alrededor con una sonrisa de felicidad y desde lo más alto fueron conscientes de todo el poder que emanaba de sus interiores y de todo lo que eran capaces de lograr si se lo proponían.

Pero sin volver nostálgicamente la vista demasiado atrás y permanecer sobriamente en el presente, vendría a ser ese afán de superación que se puede despertar en cada uno de nosotros. Esas ganas de lograr objetivos, de alcanzar metas, de superar el listón cada vez más alto. Darse cuenta de la energía y la fuerza que reside en el interior de uno mismo. Mirar hacia adelante e ir a por ello, convencido, motivado, animado... sonriendo.

No sólo hay que tener esa motivación, esa iniciativa, esa predisposición. No vale sólo con ponerse en marcha y ya está. Hay que canalizar toda esa energía. Mantenerse ahí, permanecer, seguir adelante pase lo que pase. Superar los primeros y duros pasos y empezar a marcar grandes zancadas. Seguir evolucionando sin parar. Ir más allá.

Porque así es como me siento ahora. Tras unas semanas de idas y venidas, de altos y bajos, de motivación y dudas, de puedo o no puedo... Ahora estoy con todo el entusiasmo y motivación necesarios. Entre ayer y hoy me he demostrado a mi mismo que puedo. Si me lo propongo, si creo en ello. Estoy inmensamente satisfecho, me siento pleno, me siento bién.

Pero, como digo, la cosa no puede quedar aquí. Si sólo doy este primer paso y todo seguido me paro a sentarme en sofá, este primer esfuerzo habrá sido en vano. Una ilusión, una visión de un oasis en medio del solitario desierto. Empezar para no acabar como siempre...

Los primeros pasos son los más duros y vienen tiempos difíciles. Y hay varios caminos que empezar, varias rutas que estudiar y andar por delante. Muy largos y complicados, incluso muy desconocidos para mi. Pero ahora, mirando desde este punto de partida, no me asusta, no me voy a echar atrás. He tomado la determinación, me atrevo. No sé hasta donde llegaré ni como lo haré, pero esos caminos me piden a gritos que los recorra, uno a uno o todos a la vez. Tengo ganas e ilusión.

Ha vuelto el Espíritu Bladerunner.