300 y...

Hoy me he dado cuenta que he llegado a las trescientas entradas en este blog. ¡Quién iba a decir hace más de dos años que a estas alturas todavía estaríamos aquí!

No, no me voy a poner a recordar o hacer ningún tipo de repaso. No tiene más, no es nada significativo. Por lo que no habrá nada especial para celebrarlo.

Pero si que un número redondo como éste llama la atención, es curioso. Y mirando el blog, no metafóricamente, si no de manera literal, me ha dado el punto de hacerle un lavado de imagen. Así que he aprovechado el momento para cambiar de plantilla. Del minimalista, blanco (y soso) anterior pasamos a éste totalmente diferente. Buscando algo agradable, continuando siendo sencillo, pero más vistoso.

A mi me gusta. Tiene su puntito. Tampoco me he complicado la vida en buscar más u otros más bonitos o atractivos. Éste me parece bién y por ahora es el que probaré. De hecho me ha resultado más fácil de lo que me pensaba cambiarlo. Por lo que si no me acaba de convencer ya iremos trasteando otras historias. Pero, por ahora vamos a seguir con éste, que me atraído de seguida que lo he visto. No parece que me haya desmontado nada del blog, ni que las cosas o entradas queden descuadradas o algo parecido. Lo que si que tiene de positivo es que el ancho del cuerpo del blog es más amplio, lo que me permite escribir buenas parrafadas sin que las entradas se estiren hasta lo infinito y llena más la pantalla, no queda un gran vacío alrededor.

Divertido esto de cambiar la imagen de blog. Es como rejuvenecerlo, refrescarlo.