Camino al MVP: Dwight Howard

En tres temporadas en la liga se ha convertido en uno de los jugadores más desequilibrantes en la pintura. Y su espectacularidad lo alza a una de las sensaciones de la NBA.

Sorprendió a más de uno al ser elegido por Orlando Magic en el número uno del Draft por delante de Emeka Okafor, sin iniciar siquiera el periplo universitario, directamente del High School.

El tiempo ha dado la razón a quienes apostaron por el joven jugador. Y ya en su primera temporada dió muestras de su poderío de un físico portentoso, de una contundencia y de una gran intimidación bajo los aros. Año tras año a su solidez reboteadora ha ido añadiendo una mayor facilidad de movimientos en ataque que lo hacen un jugador cada vez más completo. Y aunque la mayoría de sus canastas son hacia abajo su repertorio es cada vez más amplio y más difícil de parar por los rivales.

Cumpliendo ya su cuarta temporada y tras una gran progresión individual ha dado un nuevo y gran paso adelante: mejor reboteador de la competición con más de 15 rebotes por partido, promediendo más de 23 puntos y casi 3 tapones por encuentro. Y con porcentajes de tiro superando el 60 por ciento. Todo ello para estar entre los más eficientes y por lo tanto para luchar por el MVP con jugadores como LeBron James, Kevin Garnett o Carlos Boozer.

Los Magic han visto materializados los avances de Howard en un mayor número de victorias. Y son, tras los estelares Celtics y los eternos favoritos Pistons, uno de los candidatos para llegar a ganar la conferencia y plantarse en la gran Final.

Y, como los grandes jugadores, tiene algo especial, un encanto que lo distingue de otros jugadores. Su simpatía y alegría la transmite siempre que puede en entrevistas o entrenamientos. Incluso lo ha llegado a plasmar en una sorprendente originalidad para hacer mates, todo un espectáculo para un jugador de sus características físicas.

La nueva bestia y estrella de la liga, heredero directo de los Shawn Kemp, Shaquille O'neal o Amare Stoudemire, está pidiendo a gritos paso y reclamando un lugar en lo más alto de la élite.