Unos días en San Sebastian

De nuevo aprovecho mis vacaciones para visitar esta fantástica ciudad. Es fascinante, es encantadora. Lo tiene todo. Es La Ciudad.

Y, otra vez, he mirado de coincidir con el festival de Jazz que se celebra cada año, el Jazzaldia. En los pocos días que estuve no pude ver demasiado del festival. Pero, si que había una visita obligada (y recomendación desde ya para todos) y ésa era el local Altxerri. Un lugar de los que a mi me gusta, donde hay música en directo bien entrada la noche, donde se crea un atmósfera especial, mágica. Donde la música es tan próxima y cercana que está al alcance de la mano. Donde hay tanta intimidad y complicidad que se puede escuchar con los ojos cerrados. Un rincón de San Sebastian donde pasar buenas veladas. Tanto me gusta el lugar, que de cuatro noches tres acabaron allí.

Pero, curiosamente, el apunte musical a modo anecdótico que voy a hacer no será de Jazz. Ya que el tercer concierto al que asistí era de música tradicional polaca. Antes de empezar tenía mis reticencias. No porque me imaginara que me fuera a desagradar sino porque la intención y las ganas eran de Jazz. Pero, el grupo que tocó, los Lubliner Klezmorim, resultaron una agradable sorpresa. No era lo que incialmente esperaba ver, pero acabé disfrutanto de su música e incluso de su diversión.