Aquí estoy de nuevo

Llevaba unos días, por no decir semanas, sin decir nada por aquí. Ya me suele pasar: tengo épocas en las que me cuesta entrar, en las resulta más difícil explicar cosas. Los motivos pueden ser diversos, pero las ganas nunca faltan.

Como decía Javier Capitán hace unos días en su blog al respecto: "es curioso que me calle cuando estoy aprendiendo a hablar". Y es como lo siento yo: puedo tener la vena escritora, considero que tengo mucho que contar y más últimamente. Y cada vez me encuentro más a gusto haciéndolo. Incluso pienso que lo voy haciendo mejor, que voy aprendiento más si cabe en las formas de expresarme. Hay más comodidad, lo disfruto más.

Pero, como digo, sin saber del todo el por qué, hay rachas en las que cuesta darle a estas para mostrar algo de mi al mundo o, simplemente, mostrar algo de mi porque quiero, porque necesito decir en voz alta lo que pienso...

Antes esa sensación de no escribir, de dejar temas pendientes cuando habían ganas me podían hacer sentir mal. Era como arrastrar un peso que hasta no volver a escribir no desaparecía. Pero, he aprendido a no cargar más con ese peso, he tomado conciencia que escribir aquí es algo mío, algo que principalmente hago para mi, aunque luego algún despistado pueda leerlo. Así que, esa preocupación de no escribir ha ido desapareciendo y al no haber carga hace no que sea más difícil retomar el sendero una vez más por mucho tiempo que pase. No se si queda muy claro lo que quiero decir, pero ¡dicho está!

Así que, aquí estoy, reencontrándome con mi Yo escritor. Y como diría aquélla: esta noche la voy a liar parda.